El número de familias malagueñas con necesidades alimentarias a causa de la crisis lejos de disminuir amentará. Así lo vaticina el Banco de Alimentos de la Costa del Sol, Bancosol, que si hasta el momento atiende a 45.000 personas, espera un repunte tras el verano alcanzando las 50.000 desde septiembre a final de año, indica a este periódico el presidente de Bancosol, Javier Peña.

Unas 5.000 personas más, subraya el responsable de la organización. Y es que a pesar de que muchas familias han encontrado un empleo temporal en el periodo estival, estos trabajos eventuales finalizan y llega además la vuelta al cole, una posible subida de las hipotecas y un recrudecimiento de la economía en general, considera Peña. El Banco de Alimentos de la Costa del Sol ya se prepara para este escenario, con la intención de poder llevar la ayuda al mayor número posible de familias necesitadas de la provincia. «Espero que las administraciones públicas en general y las empresas andaluzas y malagueñas se pongan las pilas y apoyen los proyectos que tenemos previsto poner en marcha», reclama el portavoz de esta organización.

Un aumento de la demanda

Los últimos años han sido especialmente duros a causa de la crisis. El número de familias que demandan ayuda para cubrir necesidades básicas como alimentos y ropa ha ido aumentando de forma considerable en los últimos dos años. A finales de 2009 el presidente del Banco de Alimentos de la Costa del Sol (Bancosol) indicaba que la demanda se había duplicado en poco más de un año, alcanzándose las 45.000 personas que en estos momentos solicitan alimentos en la provincia. El horizonte a corto plazo no es de mejora sino de mayor crudeza a pesar de este paréntesis de oxígeno y alivio para muchas familias que han logrado mejorar levemente su situación gracias a empleos de verano.

Han sido numerosas y notables las iniciativas llevadas a cabo por las organizaciones sociales que trabajan con los más necesitados así como administraciones y obras sociales de entidades bancarias. Una de las últimas acciones ha sido precisamente el lote-familia de Bancosol. Al perfil habitual se ha sumado un nuevo demandante que ha sido especialmente azotado por la crisis y que es el de una familia joven de clase media que nunca antes había tenido que solicitar este tipo de ayudas y que ahora se ve obligada a pedirlas.