El tabaquismo aumenta de forma «alarmante» en las mujeres en los últimos años y, sobre todo, en edades jóvenes. Pero, como nota positiva, son también las féminas las que presentan una mayor disposición a dejar de fumar. En segundo lugar destacan las personas con estudios superiores en general y, le siguen como factores determinantes para romper con esta adicción padecer asma, insomnio o tener algún problema psiquiátrico.

Éstas son las principales conclusiones del estudio realizado por la Unidad de Deshabituación Tabáquica del Hospital Virgen del Rocío durante cinco años (2000-2005) a nivel regional, en el que han participado 1.681 sujetos y que se ha publicado en la Revista Española de Patología Torácica, que edita Neumosur (Asociación de Neumología y Cirugía Torácica del Sur).

Por cada millón de habitantes se estima que entre 17.200 y 41.800 personas se encuentran en fase de preparación para dejar de fumar y, un 30% de ellas, es decir, entre 5.160 y 12.380 tendrían alta dependencia, requiriendo tratamiento especializado.

Se observa también que sufrir determinadas enfermedades como insuficiencia cardíaca es un factor asociado a completar el seguimiento. Además, la abstinencia está altamente relacionada con cambios en el estado de ánimo así como con el comportamiento psicológico. Los trastornos de la conducta alimentaria son también importantes y éste es un factor especialmente considerado por las mujeres.

El tabaco es una droga legal. Cada cigarrillo contiene más de 2.000 sustancias que son transportadas por el humo a los pulmones. Éstas actúan fundamentalmente sobre el aparato respiratorio, aunque algunas de ellas se absorben y pasan a la sangre llegando así al resto del organismo.

Es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). La EPOC genera el 50% de las primeras consultas a Neumología y al menos un 15% de la visitas de Atención Primaria. Además, es la enfermedad que tiene mayor impacto socioeconómico de todas las enfermedades respiratorias, pues causa el 35% de las incapacidades laborales definitivas, casi el 8% de los ingresos hospitalarios y 37 muertes por 100.000 habitantes al año. En España, los costes sociales, laborales y sanitarios debidos a la EPOC suponen 2.400 millones de euros al año (2% presupuesto anual del Ministerio de Sanidad y Consumo), según datos de Neumosur. El coste sanitario medio generado por cada paciente se estima en 1.752 euros/año, de los cuales más del 80% corresponden a gastos hospitalarios y fármacos. Se calcula que el gasto sanitario medio que supone un individuo desde el momento en que se le diagnostica la enfermedad, alrededor de los 50 años, hasta el final de su vida asciende a unos 30.050 euros. Sólo se diagnostican el 22 por ciento de los casos.