El Museo Thyssen afronta la etapa final de las obras a buen ritmo. El compromiso municipal de abrir en el primer trimestre de 2011 impone el cumplimiento de las fechas de término de los trabajos. Sin embargo, su entorno se empieza a mover ante el esperado atractivo turístico de este elemento. Los locales del entorno se revalorizan poco a poco y las previsiones son de un aumento del valor del metro cuadrado en la calle Compañía y Mártires, que hasta ahora se habían quedado en una situación secundaria ante el empuje del entorno de Larios y Granada.

Roberto Grandfils, secretario del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, subraya que la apertura del Thyssen va a suponer para su entorno un efecto parecido al Museo Picasso y, de hecho, «ya se están moviendo algunas posiciones». «Va a haber una selección en el tipo de comercio, más centrado en un público de nivel más alto, con tiendas de souvenirs más especializadas y tiendas más selectas».

«El triángulo artístico se ha ampliado y también el movimiento económico que lleva aparejado», afirma Roberto Grandfils, que explica que la renovación en los comercios no se va a notar tanto en la restauración, salvo en casos puntuales. En este caso, estima que la zona atraerá más locales de tapas y no restaurantes, ya que es lo que más demanda el visitante.

Grandfils reconoce que se está produciendo una revalorización de los locales de la calle Compañía y su entorno, donde todavía hay algunos vacíos a la espera del tirón de la apertura del museo. «Esta revalorización está ahora en los locales, aunque a medio plazo, en unos dos años, se empezará a notar en las viviendas», adelanta este agente de la propiedad inmobiliaria. Esta revalorización, además, coincidirá con la prevista recuperación del mercado, por lo que se presume más acusada en estas calles.

Renovación

De forma paralela a la construcción del museo, el Ayuntamiento está a punto de adjudicar la renovación de las calles Cisneros, Especerías, Salvago, Mártires y la plaza de entrada al museo. Esta actuación permitirá ofrecer una nueva imagen del entorno, que refuerce la idea de recuperación urbana de esta parte del Centro Histórico.

Así lo aprecian los comercios de la zona, que esperan una mejora de las condiciones para captar clientela. Otros, apuestan por el efecto del Museo Thyssen y han abierto con la idea de aguantar los meses previos a la apertura de la pinacoteca. Es el caso de Tea-Ssen, un delicatesen abierto en la calle Mártires y que está especializado en café, té, chocolate y especias, con productos exclusivos. Su promotor, Juan Pablo García España, lo tiene claro: «El local lo he abierto esperando que se abra el Thyssen y para atraer a los visitantes del museo».

«Lo cogí hace tiempo pensando en el museo y ya estoy mentalizado en que tengo que esperar unos meses hasta que se abra», apunta García España, que inauguró su tienda el pasado 1 de septiembre. No obstante, muestra su preocupación por la dejación de la calle actualmente, algo que espera que se termine con el final de la obra del museo.