El proceso para la beatificación de Fray Leopoldo de Alpandeire culmina hoy con una ceremonia en la Base Aérea de Armilla (Granada), a la que está previsto que acudan más de 300.000 personas, 10.000 de ellas procedentes de Málaga, 49 años después de que se iniciara el trámite que ha culminado con la firma del decreto por el Papa Benedicto XVI.

Fue el pasado 9 de febrero de 2009, justo cuando se cumplían 53 años de su muerte, cuando la orden capuchina, a la que pertenecía el limosnero, anunciaba que el fraile podría ser beato en 2010, después de que los cinco especialistas médicos de la Congregación de las Causas de los Santos en Roma consideraran por «científicamente inexplicable» la curación de una mujer devota de su figura como un milagro.

Así, todos los mecanismos se pusieron en marcha y el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, informaba casi un año después de que el escenario escogido para el acontecimiento sería la Base Aérea de Armilla, después de que así lo autorizara el Ministerio de Defensa.

El ministro principal de los Hermanos Menores Capuchinos de Granada, Rafael del Pozo, cree que «Málaga debe sentirse orgullosa. La provincia no sabe el tesoro que tiene al contar entre sus hijos con una persona querida por todos», indica.

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, explicó que éste es un primer paso para la declaración de santidad de una persona. El segundo, la canonización. El prelado ya trabaja en una carta pastoral, «Fray Leopoldo, nuestro paisano», que ofrecerá a la diócesis. «Todos estamos llamados a la santidad», aclaró Catalá. En la capital se celebrarán dos actos posteriores a la beatificación: la celebración del hecho en la Catedral, el próximo 19 de septiembre, y una anterior en Alpandeire. Ambos templos recibirán una reliquia del fraile: una parte de su mano derecha.

El recinto elegido, de un millón de metros cuadrados de superficie, lleva días preparándose para la ceremonia y ya se han instalado un total de 125.000 sillas, donde se sentarán los fieles más próximos al altar, espacio al que se sumará otra zona en las que los fieles que estén a pie puedan seguir la ceremonia a través de seis pantallas gigantes de televisión.

El acto comenzará a las 10,00 horas con la interpretación del Ave María de Franz Schubert por la cantante granadina Rosa López. Después, un relicario con los restos del metatarso del pie derecho del fraile será llevado en procesión hasta el altar, que estará custodiado por las imágenes de la Virgen de Santa María de la Alhambra y el Cristo del Silencio y donde se sentarán un total de 700 ministros de la comunión y religiosos.

Tras la lectura de una breve biografía del limosnero y del decreto de beatificación del Papa, comenzará la misa, que estará presidida por Angelo Amato, arzobispo titular de Sila y Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. En total, se prevé que toda la ceremonia se prolongue por aproximadamente dos horas y media.

Falleció a los 92 años

Natural del pueblo malagueño de Alpandeire, donde nació en 1864, Fray Leopoldo tomó el hábito de capuchino en noviembre de 1899, cambiando su nombre de pila Francisco Tomás por el de Leopoldo. Llegó a Granada el 21 de febrero de 1914 para quedarse definitivamente en la ciudad, escenario de su vida religiosa durante más de medio siglo. Primero trabajó de hortelano, y después ejerció de sacristán y limosnero, haciéndose su figura «muy popular» en la capital, en la que falleció el 9 de febrero de 1956, a los 92 años.