Cuando el Ayuntamiento apruebe definitivamente el cambio de uso serán 8.000 metros los dedicados a uso comercial en «Plaza Brava», frente a los 1.000 actuales. Como se trata de cambiar un uso por otro, el cambio no supone un incremento del techo edificable, que sigue siendo de casi 29.000 metros. El trueque si supondrá, en cambio, un incremento del uso lucrativo del suelo, por lo que se está negociando entre el Ayuntamiento y los promotores de Plaza Mayor un convenio urbanístico donde se contemplen las medidas compensatorias que se deriven del cambio para lo que se tendrán en cuenta las valoraciones que realice la Gerencia de Urbanismo.

Los responsables de Plaza Mayor han culpado a los arrendatarios de los bares y discotecas de la plaza de ser los responsables de las peleas y del clima de inseguridad generado en la zona, ya que consideran que los arrendatarios de estos locales «incentivaban dichas conductas, permitiendo el consumo de alcohol a menores y manteniendo una actitud pasiva ante las frecuentes peleas que se originaban dentro de sus locales».

Los incidentes y peleas entre grupos de jóvenes han sido frecuentes en los últimos años. La dirección de Plaza Mayor respondió con un aumento del número de personas dedicadas a la seguridad privada para incentivar la vigilancia. Incluso ofrecieron uno de sus locales para que la Policía Nacional instalara allí una comisaría, lo que no obtuvo respuesta.