La investigación en las nuevas tecnologías y su aplicación comercial son los objetivos que perseguirá este año la Universidad de Málaga (UMA), que ayer abrió el curso con la mirada puesta en el 19 de octubre, cuando el Ministerio de Educación decidirá si Málaga recibe la calificación de Campus de Excelencia Internacional.

La rectora de la UMA, Adelaida de la Calle, hizo del proyecto Andalucía Tech, con el que aspira a obtener la calificación de excelencia, uno de los ejes de su discurso de inauguración del curso universitario 2010-2011. De la Calle recalcó que esta iniciativa, que se desarrolla junto a la Universidad de Sevilla, aspira a «integrar y desarrollar el talento conformando un ecosistema de generación de conocimiento e innovación».

Andalucía Tech es uno de los 22 proyectos universitarios presentados a la segunda convocatoria del Ministerio de Educación para financiar actuaciones de mejora de la oferta educativa y que han pasado la primera selección. Las universidades de Málaga y Sevilla lo defenderán el próximo 19 de octubre en Madrid, en el puesto 19 de las 22 intervenciones previstas. Ese mismo día se conocerá si está entre las iniciativas seleccionadas.

De la Calle defendió las posibilidades del proyecto avalado por la Universidad de Málaga, que acude con el apoyo y la colaboración efectiva de los parques tecnológicos de Málaga y Sevilla, el CSIC, Adif y numerosas empresas y centros de investigación internacionales con los que han cerrado convenios de colaboración.

La rectora de Málaga añadió que entre los dos campus universitarios que conforman Andalucía Tech se suman 3.500 investigadores –de los que el 60% son doctores– que se agrupan en más de 300 grupos de investigación. El resultado de este trabajo se traduce en que acumulan más del 80% de los contratos con empresas de las universidades andaluzas; más del 70% de las patentes andaluzas y el 80% de la facturación llevada a cabo por las empresas de base tecnológica de Andalucía.

Apertura al mundo

Adelaida de la Calle, no obstante, apuntó a otros dos retos para la UMA de cara a este curso universitario. Por un lado está la apertura al exterior, concretando la actual colaboración que mantienen con universidades de países emergentes, como México, Brasil, Argentina y Corea del Sur. La rectora apostó por dar un paso más en esta colaboración para conseguir «actividades de formación permanente y tener proyectos de investigación con las universidades de estos países».

El tercer reto que plantea De la Calle para la UMA es buscar salidas a la crisis económica y al desempleo. Para ello, defendió la idoneidad de atraer a los estudiantes de la Formación Profesional a la Universidad para ofrecerles «el acceso a la educación superior».

La rectora apuntó también a que hay que acercarse a la empresa para estudiar «las necesidades del mercado laboral y llevar a cabo la renovación de algunos contenidos para incorporar cuestiones clave para el desarrollo de las propias empresas».

La presencia del consejero de Economía e Innovación, Antonio Ávila, animó a la rectora a lanzar una última reivindicación en su discurso. Fue justo en el penúltimo párrafo: «Necesitamos más inversión en I+D+i. Pedimos más esfuerzos para la Educación. Les aseguro que a la larga resulta mucho más cara la falta de formación». El mensaje fue claro, más dinero.