El lastre de 22.700 viviendas acabadas y sin vender que acumula la provincia de Málaga desde hace más de dos años, heredado del desenfrenado ritmo de construcción de los años del boom inmobiliario, provocará que el próximo Salón Inmobiliario del Mediterráneo (SIMed) llegue de nuevo con rebajas jugosas. El evento, que celebra del 21 al 24 de octubre su séptima edición en el Palacio de Ferias de Málaga ofertará 2.000 viviendas con rebajas de entre el 40% y el 50% y precios desde 84.700 euros.

El esperanzador repunte de ventas que observa el sector en este 2010, según aseguró ayer el presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), José Prado, hace de este SIMed un evento clave para saber si es posible ir dando salida a ese importante stock de viviendas que mantiene al sector paralizado, tal y como demuestran las paupérrimas cifras de visados conocidas la pasada semana, y que devuelven a Málaga a ritmos constructores de 1960. Y es que en la provincia hay 1.423 viviendas sin vender por cada 100.000 habitantes, una media que asusta, aunque sea ligeramente mejor que las 1.472 que se registran a nivel nacional.

Como datos positivos, Prados señaló que, según el Ministerio de la Vivienda, en el segundo trimestre de 2010 se vendieron 7.172 viviendas, un 31% más que en el mismo periodo del pasado año, y que se firmaron casi 12.200 hipotecas en el primer semestre, un 1% más. También en la primera mitad de 2010 hubo 1.814 compras por parte de no residentes, un 20% más.

Para Prados, la recuperación de este segmento de mercado viene marcada por el retorno de los compradores alemanes y holandeses que, una vez que sus países parecen superar la crisis, vuelven a estar interesados en comprar vivienda en el extranjero. No obstante, a esa tendencia, que en los años álgidos llegó a representar un 40% de las compras en la provincia de Málaga, todavía le faltaría la pata del mercado británico, que no se reactivará mientras se mantenga la debilidad de la libra frente al euro.

«Menos apalancamiento»

Sin embargo, el propio presidente de la ACP admitió que el repunte de ventas detectado apenas ha servido para disminuir el stock, ya que muchas de las ventas han sido de casas de segunda mano o embargadas por los bancos. En cambio, la salida de pisos nuevos se ha compensado con la salida del mercado de nuevas viviendas acabadas. Resultado: el problema sigue por resolver, aunque el sector espera que el SIMed sirva para plasmar lo que consideran un cambio de tendencia. «Creemos que el apalancamiento que existe desde 2007 en el mercado se está aflojando, relajando», apuntó Prados, que cree que el inminente salón superará las 180 ventas de la pasada edición de 2009 y las 160 del SiMed Oportunidades, celebrado a finales de abril.

Un 50% más de expositores

Por lo pronto, el SIMed 2010 mejora el número de promotoras en un 50% con respecto al año pasado. En total, serán 45 los stands que se congregarán en los 3.000 metros cuadrados que ocupará la feria, entre ellos 22 promotoras, 7 entidades financieras, 5 instituciones, 9 inmobiliarias y 2 empresas de servicios. Entre la nutrida oferta, más de 2.000 viviendas de tipo libre, de venta sobre plano, VPO, alquiler con opción a compra, inmuebles de lujo, segunda mano y otro tipo de productos no residenciales como naves industriales.

El horario del SIMed será de 11.00 horas a 20.00 horas, de jueves a domingo y con entrada gratuita para el público, ya que la feria está encaminada a vender, el objetivo número uno de las empresas asistentes. Junto al SIMed se celebra Inmoenergética, una iniciativa pionera en Andalucía centrada en el ahorro energético en la edificación y los espacios públicos, todo ello enmarcado en la apuesta general del sector público y privado por convertir las urbes en espacios más sostenibles y habitables.

El SIMed, promovido por las patronales ACP y Fadeco y el propio Palacio, cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Málaga, la Cámara de Comercio y la Junta de Andalucía. Las jornadas técnicas del SIMed contarán el jueves 21 con un debate sobre economía entre los ex ministros Manuel Pimentel y Jordi Sevilla, bajo el lema «¿Qué estamos haciendo? ¿Qué queda por hacer?».