El equipo de gobierno anunció ayer la instalación en otras tantas sedes municipales de 25 opinómetros, unos aparatos con dispositivo electrónico de un metro y medio de altura que cuentan con una pantalla táctil donde los ciudadanos pueden responder a preguntas sobre la actividad municipal.

La instalación de estos opinómetros ha sido financiada a cargo del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local (FEELS) de 2010 (Plan Zapatero), con 200.000 euros. Por ello, este hecho ha motivado las críticas del PSOE e IU, para quienes estos aparatos tienen «un uso partidario y electoral» y, lo que es peor, «no crean empleo», uno de los objetivos de los proyectos financiados con el plan Zapatero.

Los 25 opinómetros, según señaló ayer el concejal de Participación Ciudadana, Julio Andrade, estarán ubicados en las diez juntas de distrito, en la Casona del Parque y en instalaciones municipales como el Teatro Cervantes, Palacio de Congresos, Martín Carpena, Centro de Arte Contemporáneo, así como varios centros ciudadanos y de mayores.

El funcionamiento del opinómetro es sencillo. Primeramente se preguntará a los encuestados datos básicos como la edad, el sexo, la situación laboral y la zona de residencia, exceptuando el nombre, DNI o dirección exacta. A partir de ahí se le cuestionará sobre cómo valora la calidad de las instalaciones donde se encuentre, así como la cantidad de ofertas de servicios y actividades realizadas.

También se les pide opinión sobre otras cuestiones relacionadas con el turismo, la cultura, el deporte, el medio ambiente, juventud, la seguridad, nuevos proyectos, igualdad, situación de su barrio, de su distrito y otras parcelas del ámbito municipal.

El sistema trata y procesa los datos en tiempo real, por lo que se puede disponer de la información de los resultados de las encuestas y comentarios, con la periodicidad que se desee. El Ayuntamiento recibirá mensualmente un informe con los resultados obtenidos en cada uno de los opinómetros instalados.

La oposición disconforme

El PSOE e IU han colocado inmediatamente la proa a este proyecto, al que consideran «partidista y electoral». El portavoz municipal, del PSOE, Rafael Fuentes, señaló ayer que el proyecto «no tiene nada que ver con lo tecnológico ni con la participación ciudadana, pues ésta no existe».

Fuentes arremetió contra este proyecto, «que extrañamente se pone en marcha a siete meses de las elecciones». Además, resaltó Fuentes, «no crea empleo, como exigen los proyectos que se financian con el plan Zapatero», es «una utilización política y una barbaridad que se despilfarre el dinero de esa manera».

El concejal socialista consideró que «no tiene interés si el ciudadano sabe quién hace las obras del metro y a quién corresponde el arreglo de los colegios, que son algunas de las preguntas que hacen los opinómetros, todo esto no es más que una utilización política de cara a las elecciones», concluyó.

Por su parte, el portavoz de IU, Pedro Moreno, tachó de «descabellado e insostenible» el proyecto por tener unos objetivos «meramente electorales y obtenidos de manera grosera y grotesca». Lo suyo «es que en vez de preguntar, ese dinero lo destinaran a hacer inversiones en los barrios, por eso espero que rectifiquen».