La delegación de las universidades de Málaga y Sevilla, que este año compiten conjuntamente para la obtención del título de Campus de Excelencia, salió ayer reforzada de la reunión mantenida en Madrid con la comisión internacional de expertos encargada de decidir las candidaturas que obtendrán el reconocimiento, una apetitosa distinción que, además de prestigio, comporta alrededor de 75 millones de euros en inversión.

La rectora de la UMA, Adelaida de la Calle, que presentó el proyecto junto a su homólogo de Sevilla, Joaquín Luque, se mostró optimista con el resultado de la exposición, que tendrá que batirse con otras 21 propuestas, tres de ellas andaluzas, en un examen que se dirime el próximo jueves de manera oficial. «Soy optimista por naturaleza, pero esta vez hay razones para serlo», indicó.

De la Calle reconoció que la elección de la candidatura supondría «un antes y un después» para la Universidad de Málaga. Las sensaciones del equipo encargado de defender el proyecto frente a la comisión son positivas. Al término del encuentro, que contó con la presencia del ministro de Educación, Ángel Gabilondo, y de la titular de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, hubo felicitaciones y muestras de curiosidad hacia la propuesta, que cuenta con el respaldo activo de instituciones y empresas tecnológicas de primer nivel.

La presentación se estructuró en torno a las potencias de ambas provincias e incluyó un informe detallado, además de un vídeo promocional, que en este caso, a diferencia de lo que ocurrió en la candidatura a la Capitalidad de la Cultura Europea, prescindió de las palmas para desglosar pormenorizadamente el contenido y las fortalezas del proyecto, que no anda, precisamente, huérfano de interés. Las universidades de Málaga y Sevilla representan una comunidad académica de más de 120.000 miembros, a los que se han unido un total de 12 centros especializados, cuatro parques tecnológicos y 150 agentes y entidades, entre los que figura el CSIC. Todo ello aparece especificado en la exposición que sirvió de campaña ayer en Madrid, donde se pusieron de relieve, asimismo, las virtudes de ambas ciudades en materia de comunicación.

La candidatura puntualiza que la gestión del proyecto, conocido como Andalucía Tech, correrá a cargo de una fundación integrada por muchos de los 105 entidades que se han agregado a la propuesta.

Si la iniciativa obtiene finalmente el título de Campus de Excelencia no habrá lugar para la vacilación. Según reconoció De la Calle, el proyecto está sometido a controles anuales y tablas de resultados con el horizonte de 2015 como fecha final de realización. Para entonces, siempre y cuando se materialice el optimismo de la rectora, la Universidad de Málaga será una nueva institución. Andalucía Tech divide sus actividades en seis polos, entre los que destaca la investigación en transporte, nuevas tecnologías y biodiversidad. Los proyectos acogidos a estos marcos superan el medio centenar e incluyen reclamos como el centro de investigación en comunicaciones móviles o el estudio de energías renovables.