La recuperación de las 28 hectáreas del Campamento Benítez y su conversión en una zona pública ha vivido, durante el último mes, una extraña evolución. El compromiso de la ex ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, de construir el Museo del Transporte en este espacio, acompañado de un parque de 26 hectáreas, se ha quedado en agua de borrajas, pese a contar con un proyecto terminado. Los 300 millones de euros que costaba no entraban en los cálculos del ministro de Fomento, José Blanco, que ha visto el cielo abierto con la propuesta de hacer sólo un parque. Se ha apuntado la medalla de haber escuchado a la sociedad malagueña, aunque en el fondo se evita tener que negarse a acometer el proyecto del museo en un momento de recortes en todo tipo de inversiones. El Ayuntamiento de Málaga ha actuado facilitando esta vía de escape, que supone una inversión de 2 millones de euros, mucho más asequible. Este ha sido el resultado de una operación de maniobras políticas para evitar inversiones.