Un total de 34 ofertas se han presentado al concurso de las obras para rehabilitar la céntrica plaza de la Merced de la capital, informó la Gerencia Municipal de Urbanismo. Ayer finalizó el plazo pero este número puede aumentar, ya que aún no se habían cerrado las ofertas recibidas por correo. Ahora se procederá al estudio de la documentación y, posteriormente, a la adjudicación de las obras.

La contratación se va a hacer mediante procedimiento abierto, con un presupuesto de licitación de 4.846.259,18 euros y está previsto un plazo de ejecución de seis meses.

El Ayuntamiento de Málaga con esta actuación rehabilita un ámbito concreto de 12.400 metros cuadrados. Este emblemático espacio destaca en el entorno urbano por su importancia como lugar recreativo, urbanístico y arquitectónico. De ahí la relevancia de esta remodelación, que continúa el proceso iniciado hace más de 15 años para dotar al Centro Histórico de la ciudad de un espacio cultural abierto para uso y disfrute de los vecinos, destacaron desde Urbanismo.

Con este proyecto el plan de peatonalización del Centro Histórico iniciado con Larios y la plaza de La Constitución «da un nuevo salto de calidad» en consonancia con una de las líneas maestras del Plan Estratégico para la ciudad de Málaga.

Insertada entre la Alcazaba y las calles Álamos, Granada y Victoria, su emplazamiento convierte a esta plaza en «lugar de encuentro indispensable para el convivir ciudadano». La nueva plaza recupera su espíritu decimonónico, gana espacio para los ciudadanos con más espacio libre de tráfico rodado, más árboles y bancos.

La historia de la Plaza de la Merced ha estado ligada a la actividad comercial, iniciada en época romana. Los Reyes Católicos comenzaron a dar forma a este enclave extramuros en lo que entonces se conocía como el Arrabal. En 1507 se llevó a cabo la construcción del convento de la Merced, del que tomaría su nombre, más tarde se cerró la plaza con la construcción del convento de Paz.

A comienzos del XVIII en el centro se instaló un pequeño estanque y se la rodeó de dos hileras de árboles. Hacía 1856 es cuando adquiere su actual aspecto con el obelisco central en honor al general Torrijos. A finales del XIX se construyeron las llamadas Casas de Campos, en una de las cuales nació Pablo Ruiz Picasso.