El cadáver de un hombre, de 45 años de edad y que responde a las iniciales A.D.G., fue hallado a primera hora de la mañana de ayer en el interior de una vieja arqueta situada junto a un puente de la autovía A-7 a la altura de Rincón de la Victoria. Unos vecinos dieron aviso al servicio de emergencias 112 al encontrarlo en torno a las seis y media de la madrugada. Posteriormente, acudieron efectivos de la Guardia Civil y los servicios sanitarios, y tras comprobar que se hallaba sin vida, se procedió al levantamiento del cadáver.

Se trataba de un vecino de Rincón de la Victoria, de nacionalidad española y procedente de Málaga capital, que residía desde hace unos pocos meses en la calle Carril de Rivera, en un apartamento de alquiler.

La Guardia Civil informó ayer de que aún están trabajando para esclarecer las causas de la muerte, si fue por accidente o provocada, a esperas del resultado de la autopsia. Según confirmaron, presentaba un fuerte golpe en la nuca, lo que pudo ser la causa de la muerte. A. D. G. conservaba la documentación y el dinero, por lo que se descartaría en un principio que fuera víctima de un robo.

Rastros de sangre

El fallecido se encontraba en el interior de una pequeña arqueta situado en un extremo del puente, de un metro y medio de profundidad junto a una gran mancha de sangre. Además, se hallaron varios rastros de sangre en la pendiente que comunica su vivienda con el puente situado debajo de la autovía A-7, justo en la entrada al núcleo de Rincón.

Entre la vivienda y el lugar donde fue hallado el cuerpo de A. D. G. apenas hay una distancia de unos cincuenta metros. A pesar de ser una zona poco transitada por los vehículos, si es una zona de paso frecuente para peatones, sobre todo de los que viven al norte de la autovía. Los vecinos niegan que debajo de este puente se concentren drogadictos u otras personas sospechosas «ya que se puede pasar por allí con total tranquilidad».

El sujeto tenía problemas de adicción a las drogas, según señalaban algunos vecinos, si bien no había generado conflictos y lo consideraban «una persona que no creaba ningún tipo de molestia».

Según algunos residentes de los apartamentos cercanos, «tenía problemas con el alcohol», y también apuntan que vivía solo. Aseguran que recibía la visita de varias personas, ya que se dedicaba «a echar las cartas» en su domicilio, por lo que podrían tratarse de clientes.

Durante gran parte de la mañana, agentes de la Guardia Civil estuvieron investigando el domicilio del fallecido, en el que no se encontraron indicios que pudieran esclarecer su muerte. Su familiar más cercano, una hermana, reside en Málaga capital.

Los vecinos de la zona se mostraban sorprendidos por el hecho y por las extrañas circunstancias en las que se había producido la muerte.