«No lo dudes. Si estás sensibilizado con nuestras inquietudes ponte en contacto con nosotros para hacerte socio». Entre las razones para hacerlo, la web de la Asociación para la Defensa y Protección de los animales Parque Animal de Torremolinos abandera frases como «el animal conoce, como tú, la alegría y el dolor» o «el animal, como tú, tiene derecho a la vida». La realidad ha sido otra bien distinta.

El Seprona detuvo el jueves en la asociación a tres personas e imputaba a una más por seis presuntos delitos diferentes. Maltrato animal, falsedad documental, denuncia falsa, apropiación indebida, estafa e intrusismo profesional que los investigadores desmenuzaron ayer.

El Juzgado de Instrucción número 5 de Torremolinos acordó ayer la puesta en libertad con cargos de los detenidos con la obligación de acudir al juzgado los días 1 y 15 de cada mes.

Las pesquisas comenzaron en junio tras la denuncia de un veterinario que había trabajado en la asociación, en la que alertaba sobre el maltrato animal. La denuncia prosperó y los agentes se encontraron con una serie de irregularidades. Para la Guardia Civil, el maltrato animal se manifiesta desde 2008 hasta la fecha. Desde entonces, los agentes creen que la directora, Carmen M., y el encargado, F. B. G., sacrificaban animales «de forma continuada, masiva, deliberada, injustificada, sin ningún tipo de control veterinario y aplicando muy bajas dosis del medicamento letal con la finalidad de ahorrar en costes», circunstancias que provocaban una muerte «lenta y agónica» de los mismos.

Entre el 2009 y el presente año, la benemérita calcula que al menos 2.230 animales han sido sacrificados en las instalaciones de Parque Animal. Durante la investigación, los agentes encontraron cuerpos de estos animales en el vertedero de Torremolinos. La supuesta falsedad documental, en el caso de la directora, se realizaba al intentar ésta falsificar la firma de veterinarios y haciendo un uso fraudulento del número de colegiado así como del sello oficial en los listados de animales sacrificados e incinerados que remitía al Ayuntamiento de Torremolinos.

Según la benemérita, conseguía recetas oficiales firmadas en blanco y sin fecha de un veterinario en las que mutó la verdad completando su contenido al estampar la fecha, cantidad y producto eutanásico para después entregarlo a la empresa suministradora. «Se da la circunstancia de que dicho veterinario en esa fecha ni siquiera era conocido por la directora del centro y había sido contratado meses después de la fecha de la receta», apuntan los investigadores.

La detenida está imputada por un presunto delito de denuncia falsa por acusar al veterinario que tenía contratado y a un peluquero canino de los sacrificios practicados a los animales justo cuando ellos se encontraban prestando declaración ante los instructores. La posible apropiación indebida vendría provocada por no devolver animales entregados en el centro para su posterior adopción estando dentro del plazo de permanencia en dicho centro de diez días que establece la normativa vigente.

La Guardia Civil considera que la directora del centro y un empleado sacrificaban animales inyectándoles un producto eutanásico sin estar en posesión de ningún tipo de titulación. En cuanto a la posible estafa, anunciada ayer por La Opinión de Málaga junto al maltrato animal, la benemérita considera que la asociación pudo incumplir las condiciones exigidas por el Ayuntamiento de Torremolinos, ya que por parte de la dirección del centro «se cobraba sistemáticamente a las personas que hacían entrega de animales la cantidad de 60 euros en concepto de tasas».