Los profundos cambios que se han producido en la sociedad en las últimas décadas, con el rol de la mujer como trabajadora fuera de casa y el aumento de las rupturas matrimoniales, circunstancias a las que se añade la crisis económica que ataca directamente la estabilidad monetaria de las familias, han dado como resultado un papel preponderante de los abuelos en la crianza y cuidado de los hijos, sus nietos.

De hecho, según revela una encuesta del Imserso de este año, el 70% de los abuelos cuida habitualmente de sus nietos. Aunque este tipo de tareas y cometido suelen ofrecer un resultado satisfactorio por ambas partes, curiosamente esta obligación está causando un aumento de los casos del denominado «síndrome del abuelo esclavo», resaltan desde el Teléfono de la Esperanza de Málaga en base a diversos estudios. Precisamente ayer esta organización celebró el Día de la Escucha dedicado a los abuelos. Se han convertido en elementos esenciales del equilibrio familiar y en piezas clave en el plano social y económico.

Aunque en el 90% de los casos afirman tener un sentimiento positivo al ofrecer estos cuidados, ya que les hace sentirse muy útiles, se detecta de forma creciente una tendencia a anteponer su familia frente a su propia salud o incluso su seguridad económica.

Es necesario aprender a «decir no», a poner condiciones y a marcar límites. De forma frecuente movidos por la generosidad y por el amor a sus nietos asumen compromisos que enajenan su libertad e hipotecan, «hasta extremos nada razonables» su propia vida, muestra un profundo análisis de este fenómeno realizado por el Teléfono de la Esperanza reflejando diversos estudios.

Así, se puede incurrir en lo que ya empieza a conocerse como «síndrome de los abuelos ausentes». Se trata de abuelos que viven sólo para los demás y que son incapaces de decir «no puedo» y mucho menos «no quiero». Renuncian a sus actividades, sus salidas o hasta sus vacaciones para atender a sus nietos sobrepasando sus capacidades físicas o psicológicas y haciendo caso omiso de sus naturales o crecientes limitaciones.

Y es que los abuelos constituyen hoy día un recurso muy importante en el cuidado del niño y la conciliación de la vida laboral y familiar, pero no por ello se les debe pedir en exceso. Con la celebración del Día de la Escucha, el Teléfono de la Esperanza pretende hacer una llamada de atención para que la sociedad sea consciente de que muchas personas de «nuestro entorno» se sienten solas y tienen una gran necesidad de ser escuchadas.

Así, el pasado sábado tuvo lugar una jornada de convivencia y reflexión de los voluntarios del Teléfono de la Esperanza sobre este tema y ayer la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Málaga, Mariví Romero, pronunció en la sede de la organización una charla en la que bajo el título Escuchando a los abuelos expuso la situación de este colectivo.

Los abuelos españoles dedican de media siete horas al día al cuidado de sus nietos, mientras que los europeos destinan «sólo» cinco.