El servicio de catering de línea fría continúa extendiéndose en los comedores escolares de la provincia de Málaga. Hasta 49 centros se han sumado este curso a este revolucionario sistema de cocina, conservación y distribución de los platos, que se encargan de elaborar para todos los colegios de Málaga tres grandes empresas malagueñas. De los 332 comedores que funcionan este año en los colegios e institutos, 219 ya reciben los alimentos del exterior y no cocinan in situ. Los que quedan, además, tarde o temprano adquirirán el mismo modelo que se está implantando en toda Andalucía y que, según el delegado de Educación, Antonio Escámez, goza cada vez del favor de más familias.

Unos 53.000 estudiantes comen a diario este curso en el centro donde estudian en Málaga. Esta cifra es un 44% superior a la de hace cinco años. A 1.392 alumnos se les sirven, además, dietas alternativas por motivos de salud (alergias o intolerancias alimenticias) o religiosas.

El de comedor es un servicio complementario que tiene el objetivo de conciliar la vida laboral y familiar de muchos padres que no pueden ir a casa a la hora del almuerzo. Además, tiene una doble vertiente educativa, ya que se introduce a los alumnos en una dieta saludable que huye de los fritos, rebozados, las grasas y la bollería.

La mayoría, además, son alumnos de Primaria, por lo que este aspecto resulta más importante.

El menú diario cuesta 4,5 euros, pero el delegado de Educación destacó que sólo el 11% de los comensales paga esa cantidad. El resto tiene bonificaciones que concede la Consejería de Educación, y que sirven para pagar entre el 10% y el 100% del precio de la comida. «22.000 niños de Málaga comen gratis en sus colegios», subrayó Escámez. En todas estas subvenciones, la Junta invierte en la provincia un total de 20 millones de euros cada curso.

No son sólo más alumnos los que hacen uso del servicio de comedor, sino que desde el curso 2005/06 también son más los comedores, en concreto un 28%. El delegado atribuye este crecimiento, precisamente, a la introducción de la línea fría. «Se ha mostrado como un sistema eficaz que permite que los niños disfruten de menús que mantienen sus propiedades y cualidades de aroma, sabor y textura», dijo Escámez, quien quiso resaltar que lo que los niños comen en los colegios de Málaga se cocina en empresas establecidas en Málaga, como mucho, con tres días de antelación.