La posibilidad de que el aeropuerto de Málaga, primero de Andalucía en tráfico de pasajeros, sea gestionado por una empresa privada en un futuro, divide a los expertos sobre las ventajas y desventajas de esta fórmula, que el Gobierno va a adoptar en los aeródromos de Madrid-Barajas y El Prat (Barcelona).

Después de que el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, manifestara que "no tendría inconveniente" en que se aplicara la gestión privada en un aeropuerto andaluz, representantes del sector turístico han opinado que esta medida no es descartable, y podría enmarcarse en un nuevo ajuste económico del Estado.

El presidente del Consejo de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Miguel Sánchez, se ha mostrado partidario de la gestión privada del aeropuerto de Málaga, que cree que puede decidirse próximamente dentro del camino que "se ha iniciado" en Barajas y El Prat.

Sánchez ha asegurado a Efe que la gestión privada genera "más competencia" de servicios y ha subrayado la "singularidad" del aeropuerto de Málaga, principal vía de entrada aérea internacional a la región.

También ha apuntado que, de estudiarse esta fórmula de gestión, probablemente "la Junta querría que la iniciativa privada entre en el resto de aeropuertos de la región, y no sólo en el de Málaga".

Por su parte, el presidente del Patronato de Turismo de la Costa del Sol y de la Diputación malagueña, Salvador Pendón (PSOE), ha manifestado a Efe que carece de "elementos de conocimiento suficiente para tener una opinión" sobre las ventajas e inconvenientes de la privatización del aeropuerto.

No obstante, ha referido que "ojalá no se produjera", tras lo que se ha definido como un "defensor de los servicios públicos".

A juicio del consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía, Francisco Villalba, el aeropuerto de Málaga podría ser privatizado en "una segunda fase" de medidas, debido a la necesidad de nuevos ajustes presupuestarios el próximo año.

Villalba ha destacado la importancia de este aeródromo, el tercero de la Península en volumen de viajeros, cuya gestión ha asegurado que podría atraer a las empresas, mientras que en el resto de recintos andaluces no cree que "haya agentes privados interesados".

Este experto cree que el Estado "tiene que descargarse" de servicios y actividades que "se le han ido agregando", y ha entrado en una "dinámica de aligerar peso".

Sobre las ventajas de la gestión privada del primer aeropuerto andaluz, Villalba ha señalado a Efe que las empresas privadas suelen aportar una mayor eficiencia por lo que en teoría "debería ser positiva" esta fórmula, aunque dependería de la administración que hiciera la concesionaria.

En opinión del coordinador del Instituto Andaluz de Estudios Financieros, Ángel Yagüe, la gestión privada del aeródromo "no debe ser mejor o peor, ni que el ciudadano lo acabe notando", pues depende de las medidas que adopte la empresa y del margen de maniobra del Estado.