Hace poco más de once años se planteó la unión del puerto y la ciudad como un objetivo a conseguir en un futuro próximo. El camino ha sido largo y con muchos cambios, pero ayer se empezó a apreciar de forma efectiva con la retirada de los dos primeros paños de la verja de hierro forjado que han separado los muelles de la ciudad.

Una grúa de la empresa Construcciones Sierra de las Nieves fue la encargada de retirar los dos primeros tramos de la valla que, durante casi 90 años, han separado la vida urbana de la actividad portuaria. Un hito en la historia de la ciudad y que simboliza el cambio de imagen del puerto, que a lo largo de 2011 inaugurará el palmeral en el muelle 2 y la zona comercial y de ocio en el muelle 1.

La desaparición de la reja será, no obstante, parcial por ahora. Es cierto que se está haciendo en la zona fundamental para facilitar la entrada de los malagueños al puerto, pero limitada a un tramo de 120 metros entre el Paseo de los Curas y el edificio del Instituto de Estudios Portuarios, junto a la subestación de autobuses del Muelle de Heredia.

El desmontaje se realiza dentro de un proyecto para peatonalizar la entrada al recinto portuario desde la plaza de la Marina, con un presupuesto de 192.000 euros. El jueves se desvió el tráfico de coches a la nueva entrada situada frente a la Alameda de Colón, de forma que el acceso de la plaza de la Marina se queda reservado únicamente para peatones.

La reja que se irá retirando se conservará en el puerto, con idea de buscarle un nuevo uso en un futuro próximo, como es situarla junto a la Farola para proteger la zona de seguridad portuaria del dique de Levante cuando hay barcos atracados o para delimitar el muelle 4, tras retranquear la zona portuaria para construir edificios de oficinas en la acera sur de la avenida del Muelle de Heredia.

Con la idea de facilitar el acceso de los peatones al puerto, también está previsto trasladar el actual semáforo junto a la estación de autobuses de Muelle de Heredia y acercarlo a la plaza de la Marina, ofreciendo un paso más directo desde el Centro Histórico.

El proyecto de reurbanización de esta zona incluye una nueva pavimentación de granito que enlace con el Palmeral de las Sorpresas en el muelle 2. También se ha previsto dibujar una cenefa con piedra caliza, de la actual acera, que marque en el pavimento el trazado tradicional de la valla que se está desmontando.

Junto a la reurbanización del pavimento, se ampliarán las zonas verdes, se conservarán las actuales cuatro columnas de entrada al puerto y se habilitará un aparcamiento para autobuses turísticos, que dará servicio a la pequeña estación de cruceros construida en el muelle 2, en el palmeral.

El presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, destacó el aspecto simbólico de la retirada de la verja «porque la ciudad puede entrar en el puerto y el puerto puede entrar en la ciudad». «Hoy (por ayer) culmina una fase, culmina un anhelo y cumplimos una asignatura pendiente con la ciudad», afirmó Enrique Linde, quien explicó que «la reja que se tira es lo que mejor simboliza la permeabilidad puerto-ciudad».

El resto de la verja

El inicio del desmontaje de la valla de cerramiento abre también la pregunta sobre el destino del resto de la estructura metálica que hay a lo largo del palmeral. La delegada del Gobierno andaluz, María Gámez, adelantó que primero hay que hacer permeable «el Paseo de los Curas» y «reducir la intensidad y el tráfico». En este sentido, reclamó al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que «reflexione sobre el tercer carril» que ha pedido para ampliar el paseo, ya que «el propio informe que recibió el Ayuntamiento desaconseja que haya más tráfico en una zona que queremos que sea de paso peatonal».