El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se mostró ayer «seguro» de que la Comisión de Ordenación del Territorio y Urbanismo de Andalucía (Cotua) dará hoy martes el visto bueno final al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la capital malagueña después de seis años de trámites, lo que supondrá «seguridad jurídica y un paso adelante muy importante».

El alcalde señaló, no obstante, que el Ayuntamiento mantendrá el recurso contencioso-administrativo interpuesto ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) contra aspectos del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Málaga (Potaum), elaborado por la Junta, que suponen «una intromisión en la autonomía municipal», como es la construcción al norte de la Ronda Este.

Según advirtió el alcalde, el Potaum que elaboró la Junta de Andalucía «no está nada consensuado, sino que ha sido impuesto en muchos aspectos», habiendo aceptado el Consistorio malagueño algunos de ellos y negociado otros para que fuera posible la aprobación del PGOU, poniendo como ejemplo la construcción de un parque metropolitano en Arraijanal.

De la Torre justificó el mantenimiento del recurso en lo relativo al desarrollo urbanístico por encima de la Ronda Este aludiendo a que esta actuación «tendrá ventajas ambientales y de equipamientos para Málaga. Es bueno para la ciudad», aseguró, e insistió en este punto, en que «se busca mejorar la defensa hidrológico-forestal frente a lluvias intensas y conseguir equipamientos de calidad».

De la Torre criticó que con su postura, la Junta «pretende marcar un límite al posible crecimiento de la ciudad por encima de las rondas», cuando, sin embargo, «con un criterio de absoluto respeto ambiental y buscando la defensa hidrológico-forestal de esas cuencas y la repoblación forestal, se podrían conseguir algunas ventajas para la ciudad de espacios residenciales y sobre todo de equipamientos».

Volvió a insistir en que «la Junta no debe entrar en algo que corresponde a la vida y la decisión municipal», por lo que pidió al Ejecutivo andaluz «juego limpio y lealtad institucional».

De la Torre hizo hincapié en que el Gobierno andaluz «no debe hacer un uso de sus decisiones que suponga un abuso de poder, sino que ha de tener una doctrina que ayude a crear unas reglas de juego respetuosas entre ambas instituciones».