El Juzgado de lo Penal número 11 de Málaga ha condenado a dos años de prisión a un entrenador de fútbol infantil por dos delitos de abuso sexuales a un niño de 11 años, así como a la prohibición de acercarse a más de 500 metros o comunicarse con el menor durante un periodo de cuatro años.

Según consta en la sentencia, los hechos ocurrieron después del 21 de junio de este año, cuando localizó al niño en una explanada de la ciudad y lo cogió de la mano para que le acompañara a una calle próxima, donde se tumbó boca arriba y comenzó a hacer flexiones abdominales con el menor sentado sobre sus genitales. Posteriormente, le entregó "tres euros y dos prendas deportivas", según ha publicado este viernes el diario 'Málaga Hoy'. A finales de julio, los sucesos volvieron a repetirse.

El titular del juzgado considera que se ha practicado "prueba de cargo con virtualidad suficiente para destruir la presunción de inocencia", a pesar de que el acusado negó los abusos durante la vista oral y, de acuerdo con el texto de la condena, relató que "está en contacto con niños a causa de su profesión de entrenador de fútbol".

Por su parte, también relata que el niño, de origen extranjero, explicó lo sucedido e identificó al acusado durante la vista oral, a la vez que los investigadores comprobaron que el técnico deportivo era conocido como 'Lele', mote con el que la víctima reconoció al abusador cuando le contó a la madre de un amigo lo que le había sucedido. Además, la Policía comprobó que el lugar al que el niño había sido conducido por el entrenador se trataba de un espacio "de difícil acceso y apartado".

La sentencia precisa que parte de los hechos denunciados por el niño pudieron ser "parcialmente" observados por un amigo, también menor de edad, que, sin embargo, no lo reconoció en la investigación, porque no le vio la cara. No obstante, sí detalló que pudo verlo haciendo abdominales con el chico sobre él y que se trataba "del entrenador del equipo Malaka".

En este sentido, el entrenador ha estado tradicionalmente vinculado a la Unión Deportiva Mortadelo, aunque el presidente del club afirmó al técnico, coincidiendo con el juicio celebrado el pasado 20 de diciembre, que ya no seguía en el equipo.

La sentencia concluye, en el apartado de hechos probados, que "no existe la posibilidad de error en la identificación", argumento esgrimido por el entrenador de fútbol infantil cuando hizo uso de su derecho a decir la última palabra durante el juicio. Asimismo, su defensa aludió a las contradicciones en las que incurrió la víctima, que, desde su punto de vista, ponían en entredicho la identificación.

La Fiscalía modificó parcialmente sus conclusiones iniciales durante el juicio, al entender que los hechos no habían ocurrido mediando violencia e intimidación. De esta forma, solicitó para el entrenador de fútbol dos años de prisión por cada uno de los dos delitos de abusos sexuales, a pesar de que, finalmente, la sentencia le impone un año de privación de libertad por cada delito.