Una visita al actual cine Astoria y a las viviendas anexas es como entrar en una zona de guerra. Basura, un perro muerto, defecaciones humanas, rastros de un incendio, escaleras sin barandillas y pobredumbre. Es la imagen del abandono y de la ocupación oculta que ha sufrido durante años, desde su cierre en diciembre de 2004. Parece difícil imaginarse el arreglo temporal del inmueble para acoger usos culturales y para jóvenes, como pretende el Ayuntamiento de Málaga y mientras plantea un proyecto más ambicioso con un nuevo inmueble.

Para comprobar las posibilidades de este edificio a corto plazo, el concejal de Urbanismo, Manuel Díaz, visitó ayer el inmueble acompañado del concejal de Juventud, Mario Cortés; el delegado municipal de Cultura, Miguel Briones; y técnicos de las distintas áreas. «El edificio tiene bien conservada su estructura, aunque se nota que ha estado un poco okupado», comentó Manuel Díaz, quien reiteró la intención municipal de ponerlo en uso «a corto plazo».

El edil de Urbanismo explicó que la intervención que se haga para reutilizar el inmueble «no será de decenas de millones de euros, sino una mínima actuación para usarlo termporalmente».

La idea del Ayuntamiento es que se pueda utilizar la mayoría de las dependencias para el próximo otoño, una vez que Cultura y Juventud establezcan los usos que tendrá y se ejecuten las obras de reforma «para las que ya estamos trabajando en el proyecto». Además, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, adelantó en su momento que también acogerá la sede de la Fundación Málaga.

Una de las principales actuaciones a acometer en el inmueble es su limpieza, reordenación de los tabiques y mejora de la escalera, a la que han robado la mayor parte de la barandilla metálica. También tiene pendiente la reforma e instalación de la mayor parte de la infraestructura de agua, electricidad y saneamiento, así como de los ascensores. El patio central del Astoria ha desaparecido casi completamente para poner al descubierto restos arqueológicos.