La mala situación del cementerio protestante más antiguo de España, el Cementerio Inglés de Málaga, abierto en 1831, podría cambiar a medio plazo. La delegada del Gobierno andaluz, María Gámez, anunció ayer que la Junta iniciará los trámites para declarar este monumento romántico Bien de Interés Cultural.

Gámez y el delegado de Cultura, Manuel García, se reunieron con el presidente de la nueva Fundación Cementerio Inglés de Málaga, el excónsul británico Bruce McIntyre, para analizar el estado del camposanto, que como dio a conocer La Opinión de Málaga, podría cerrar sus puertas el próximo 1 de febrero y sólo abrir un par de horas los domingos –para el servicio religioso– ante la imposibilidad de pagar el sueldo al jardinero que lo mantiene y abre a diario. El recinto necesita 15.000 euros anuales para funcionar.

La delegada indicó que la declaración de Bien de Interés Cultural «supone una protección y una garantía de estabilidad» y lo más importante, permitiría pedir fondos a los Gobiernos regional y central.

Además, los técnicos de la Junta van a elaborar un plan director para conocer las necesidades de rehabilitación y mantenimiento que necesita el Cementerio Inglés.

En este sentido, María Gámez y Bruce McIntyre han coincidido también en la posibilidad de que en este espacio se realicen actividades de carácter cultural y se estudiarán varias opciones de la programación con que cuenta el Gobierno andaluz.

Escuelas taller

«La cosa empieza a marchar», resumió a este diario el presidente de la Fundación, que destacó también que la declaración de Bien de Interés Cultural «sería una solución a medio y largo plazo».

Y es que la cuenta atrás continúa para el cierre del Cementerio, de ahí que McIntyre señalara que la Junta también hablará con varias organizaciones para conseguir voluntarios, «que nos ayudaría a tener a alguien en la puerta» y al menos poder abrir el camposanto unos cuando días a la semana.

«Posiblemente con un poco de voluntad lo podamos mantener», aseguró.

Otra de las posibilidades que sondeará la Junta, explicó Bruce McIntyre, es el trabajo de una escuela taller que devuelva el esplendor a esta alicaído monumento.

La difícil situación del olvidado Cementerio Inglés, sin ayudas del Gobierno británico desde 1904 y dependiente sólo de donaciones, legados y los decrecientes servicios funerarios, también será analizada hoy por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que se reunirá con Bruce McIntyre. El alcalde ya prometió el año pasado algún tipo de colaboración del Ayuntamiento con la nueva Fundación Cementerio Inglés de Málaga, nacida el pasado verano.

Además, el jueves el grupo municipal de Izquierda Unida presentará una moción reclamando que se estudien medidas para salvar de la desidia este monumento que, aunque británico, es también malagueño. La solución más urgente está a la vista: necesita 15.000 euros al año para funcionar.