A falta de nuevas aportaciones y despojado de algunas de sus propuestas iniciales, el proyecto de reconversión del área urbana de Tomás de Heredia en un distrito cultural y artístico, presentó ayer su primer borrador, un documento que se erige, al mismo tiempo, en punto de partida para el debate y hoja de ruta para la reactivación social y económica del barrio.

El texto, elaborado a partir de sugerencias vecinales, supone el primer documento en firme por parte del Ayuntamiento de Málaga, que insistió ayer en reconocer la autoría ciudadana de la iniciativa. «El Soho se podía hacer sin colaboración pública, pero no sin la privada», señaló. Después de meses en los que los colectivos implicados han ido dando a conocer sus iniciativas, especialmente la asociación Soho Málaga, extrañamente excluida del texto, el esbozo fundacional se ha decantado por incluir, entre otros puntos, la semipeatonalización de las calles Casas de Campo y Pinzón y la creación de una red cultural integrada por cafés con actuaciones y locales reciclados en espacios para las artes.

Según el alcalde, Francisco de la Torre, el grueso del proyecto, subordinado al ritmo de las mesas de discusión, podría estar listo en tres o cuatro años, aunque en menos de doce meses ya se apreciarán cambios significativos en la imagen del distrito. El cronograma es sencillo y deja para el final la parte más compleja, la de la intervención urbanística.

El Ayuntamiento prevé apoyar la propuesta con una inversión de alrededor de 1,5 millones de euros. Por lo pronto, el borrador, elaborado por Paula Cerezo y Aurora Requena, funcionarias de la Gerencia de Urbanismo, ya se ha ocupado de los trámites previos, que incluyen un estudio del tráfico y un censo de los locales inutilizados. Esta última relación, que presume la existencia de 74 naves, se antoja fundamental para los objetivos del programa, que pretenden utilizar estos espacios para actividades culturales y gastronómicas.

La línea de trabajo más inminente, además de la constitución de las mesas de debate, es la articulación del plan de marketing, que se ocupará en las próximas semanas de convocar un concurso para la elección definitiva del logo del proyecto. Asimismo, se intentará crear imagen de marca a través de iniciativas como la delimitación con banderolas del distrito y la colocación de referencias en todos los establecimientos. También se mejorará la iluminación del entorno, en algunas zonas con luminarias blancas similares a las de la calle Larios.

El siguiente paso supone ya la inmersión de lleno en las señas de identidad del proyecto, con la acotación de zonas infantiles, el rediseño de las zonas peatonales, la mejora de la accesibilidad y la configuración de las rutas gastronómicas y cultural. Entre las ideas que se barajan, figura la creación de una ludoteca y el reciclaje de los edificios protegidos y abandonados.