La eliminación de la deducción por compra de vivienda habitual de cara a 2011 no ha sido bálsamo suficiente para recuperar el mercado inmobiliario, al menos en Málaga, donde 2010 se cerró con una nueva caída de las ventas de casas, la tercera anual consecutiva. Según los datos de diciembre del Instituto Nacional de Estadística (INE), el ejercicio registró 21.165 compraventas, un 10% menos que en 2009 (que ya de por sí fue desastroso para el sector) y un 50% menos que las más de 42.000 de 2007, justo en el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Se sustrae de la tónica nacional

Málaga, una provincia enormemente dependiente del sector inmobiliario, se sustrae así de la tónica nacional, donde las 441.368 operaciones de 2010 sí rompen con un 6,8% de incremento interanual las bajadas del 25% de 2008 y 2009. Claro que hay que tener en cuenta que el efecto de compras anticipadas para acogerse a la desgravación no puede tener en Málaga el mismo peso que en otras zonas de España por la sencilla razón de que el grueso de viviendas de la Costa del Sol se dirigen al mercado de la segunda residencia, y por tanto, no gozan de entrada de ese incentivo fiscal.

Precios y confianza

Expertos como Francisco Villalba, de Analistas Económicos de Andalucía (AEA), del Grupo Unicaja, señalan que la negativa dinámica no se solucionará hasta que el sector –constructores y promotores– no se decida a bajar más los precios. Las estadísticas apuntan a que el valor de los pisos en Málaga ha bajado ya entre el 15% y el 20% en relación al inicio de la crisis. Pues bien, AEA y otras instancias como la consultora Aguirre Newman ya han advertido en varias ocasiones que será necesario aplicar en este 2011 un 10% de rebaja adicional para desatascar el mercado, aún a costa de que los promotores asuman pérdidas.

«Como en todas las industrias, hablamos de un negocio, y hay veces que se gana y otras que se pierde. El sector deberá asumir algunas pérdidas, porque el cambio de tendencia ha sido muy brusco con la ruptura de la burbuja inmobiliaria», apunta Villalba.

Esta óptica no es compartida de ningún modo por el presidente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP), José Prado, que reitera que todas las rebajas de precio que podían hacerse ya están aplicadas. «No es cuestión de precios sino de falta de confianza en las políticas económicas, del miedo al paro de los ciudadanos y de la falta de crédito por parte de las entidades financieras. Los datos de 2010 son nefastos», apuntó Prado. Él cree incluso que los datos son peores de los que marcan las estadísticas ya que, a su juicio, algunas ventas de 2010 no son sino registros de operaciones de 2009.

Cae todo, menos la VPO

La única perspectiva buena para el sector es que en 2011 el stock de vivienda nueva acabada y sin vender en Málaga –que fluctúa entre 20.000 y 54.000, según la fuente que se consulte– empezará a salir, aunque sólo sea porque el número de ventas, sea cual fuere, será mayor que el de las nuevas viviendas en construcción, ya muy escaso. Y es que ya ha salido al mercado casi todo la obra que fue proyectada todavía antes de la crisis.

En Málaga, y por segmentos, las ventas cayeron más en la vivienda nueva (-14,5%) que en la de segunda mano (-2,5%). El único ascenso se produjo en la VPO, con un 33% de subida, aunque su importancia es menor: tan sólo fueron 1.468 operaciones.

A nivel nacional, el sector tampoco está muy animado. El secretario general del grupo de grandes inmobiliarias (G-14), Pedro Pérez, cree que las ventas volverán a bajar este año hasta situarse entre las 400.000 y 420.000. A su juicio, sólo se podrá hablar de recuperación sostenida cuando se reactive el empleo y se facilite la financiación a promotores y particulares, «eliminando la discriminación entre la venta de vivienda en manos de inmobiliarias y de bancos».