Málaga ha iniciado el camino que ya han emprendido otras grandes ciudades en el mundo para preservar su entorno urbano de la depredación que supone el aumento del parque de vehículos privados y de la consiguiente contaminación que amenaza su supervivencia y la de sus habitantes. El Ayuntamiento, tras más de tres años de trabajo, ha elaborado un ambicioso plan de movilidad que para un horizonte temporal de unos 15 años (2025) planea la reducción del tráfico en torno a un 25%, y de la contaminación atmosférica en un millón de toneladas de CO2, lo que supondrá un ahorro en combustible de 600 millones de euros al año, respecto a las cantidades actuales. Esta congelación del tráfico permitiría que dentro de 15 años haya el mismo número de vehículos que ahora.

La idea central que guía este plan es clara: ofrecer soluciones eficaces que hagan que al conductor le interese dejar su coche y utilizar un transporte público. Es decir, el reto es cambiar las costumbres de los ciudadanos para reducir el uso del coche privado.

Para este fomento del transporte colectivo, los expertos que han trabajado en el plan dibujan un buen paquete de alternativas. Una de ellas es la eliminación de los aparcamientos en el Centro Histórico y su sustitución por una red de parking en la corona o proximidad al casco histórico.

A su vez se plantean la presencia de intercambiadores de tráfico en zonas claves del tránsito circulatorio, como el entorno del Martín Carpena o del actual estadio de La Rosaleda.

Aumento de los vehículos

El plan municipal parte de una premisa clara como es que el actual modelo de movilidad «está agotado» y es necesario poner las bases para uno nuevo. El concejal de Transportes, Juan Ramón Casero, dio algunos datos ilustrativos. En los últimos 15 años la población en Málaga ha crecido un 8% mientras que el parque de vehículos lo ha hecho en un 46%, lo que supone seis veces más, «y las calles son prácticamente las mismas»; en estos años el coste del combustible subió un 195%.

El plan se basa en un amplio estudio ciudadano que señala que el 43 por ciento de los malagueños se mueve andando, un 35 por ciento va en coche y un 19% en autobús u otro transporte colectivo. Csi un 60% de los ciudadanos tiene coches y de ellos, el 61% lo usa a diario; un 30% estaría dispuesto a usar un transporte colectivo que le resultase práctico.

El plan inicia ahora su andadura, ayer fue aprobado en primer instancia por la junta de gobierno local y ahora se expondrá al conocimiento ciudadano para que todo el que quiera plantee alegaciones y cambios. Para ello habrá un periodo excepcional de 90 días.