Las calles hay que dedicarlas al homenajeado en vida, a no ser que se trate de creaciones de la mente humana como La Flauta Mágica o Robinson Crusoe, sin olvidar a personas de carne y hueso como las Hermanas Brontë, que difícilmente habrían podido asistir al evento.

Por eso, supone una gran alegría para el firmante y para muchos churrianeros el que Churriana cuente desde finales de enero con una calle dedicada a Cristóbal Salazar Domínguez, más conocido como Cristóbal de Churriana. La calle le llega además a petición de sus paisanos.

El cariño al lugar de nacimiento resulta imposible de medir, pero a ojo de buen cubero, Cristóbal de Churriana ha quintuplicado lo que Churriana ha hecho por él. Y es que, detrás de cada iniciativa cultural de este antiguo pueblo de Málaga ha estado Cristóbal.

Ahí lo tenemos, por ejemplo, en la primavera de 1975, organizando con el apoyo municipal un certamen de pintura en La Cónsula que se convirtió en la primera vez que la famosa finca se abría al público. Allí que llevó a pintores como los recién desaparecidos Gabriel Alberca y Torres Mata, junto con Pepe Bornoy, Paco Hernández, Pepe Guevara, Enrique Brinkmann o Virgilio.

Su incansable amor por la cultura lo volcó en Churriana, convirtiéndose en la memoria viva del barrio, que ha sabido desarrollar en un buen número de libros, ya sea sobre los personajes más relevantes de Churriana, aspectos de su historia o por ejemplo, convirtiéndose en el receptor de la memoria fotográfica del barrio, algo que ha plasmado en cinco libros (y otro que está a punto de llegar).

Pero tampoco hay que olvidar sus importantes grabaciones de vídeo, otro trabajo impagable, gracias al cual los churrianeros más veteranos y los más conocidos han dejado para la posteridad sus vivencias.

Cristóbal de Churriana, profeta en su tierra, es además un trotamundos que ha viajado a los cinco continentes y ese ambiente cosmopolita puede apreciarse en su casa de la calle Torremolinos, con el apoyo siempre constante de su mujer, María José, artista e hija de artista, con quien ha formado un verdadero equipo cultural que no para de idear nuevas iniciativas para Churriana.

Gerald Brenan; los Davis, antiguos propietarios de La Cónsula; Julio y Pío Caro Baroja.... ningún churrianero ilustre ha dejado de conocer a este hombre extrovertido y generoso que está lleno de cariño por el mundo.

Una calle en Churriana era lo más lógico para Cristóbal y más ahora, en la flor de la vida, para poder disfrutar a gusto de un honor que, por supuesto y aunque él no lo reconozca, era más que merecido. Felicidades de corazón.

La prospección

Una vecina se ha puesto en contacto con esta sección para denunciar un socavón en la calzada, a la altura del número 33 de al avenida de La Luz, de proporciones tan respetables como para confundirlo con una prospección minera. Confiemos en que el distrito tome nota y la mina sea pronto cosa del pasado.