Málaga se considera una de las zonas con más riesgo de sufrir los efectos de un terremoto devastador. Así lo sostiene el Colegio Oficial de Geólogos, que advierte de que España, y más concretamente el sur, puede registrar un seísmo «destructivo en un futuro no muy lejano».

Según la estadística, en la península se registra una gran sacudida del terreno cada 70 años. El último gran terremoto se produjo el 25 de diciembre se 1884 en Arenas del Rey, Granada, con una magnitud de 6,7 grados en la escala de Richter. Murieron casi mil personas y se destruyeron un millar de casas.

Riesgo en Málaga

¿Por qué Málaga es una zona de alto riesgo sísmico? El sur de la península se encuentra en un área de subducción o fricción entre la placa Euroasiática y la Africana, y en medio de ambas se sitúa la placa del Mar de Alborán. Cuando dos placas chocan se origina una falla, que libera gran cantidad de energía y se produce el terremoto.

Según el Instituto Andaluz de Geofísica, la provincia padece entre tres o cuatro terremotos de envergadura por siglo, pero en los últimos cien años no se han registrado temblores de efectos notables.

Ahora el presidente del Colegio Oficial de Geólogos, Luis Suárez, avisa de que aunque España no vive un momento especialmente intenso en seísmos, un terremoto con efectos devastadores podría producirse en un horizonte no muy remoto en el tiempo.

Andalucía y Murcia son las regiones con más riesgo en España, que se encuentra en una zona de actividad sísmica moderada. Otras áreas de intensidad sísmica son el Pirineo, Huesca y Navarra. «Hoy todavía no disponemos de instrumentos para saber con precisión cuando se va a originar un terremoto por eso se recurre a la estadística histórica», explica Suárez. El presidente de los geólogos subraya que casi todos los días se registran micro-terremotos en el sur peninsular, pero ninguno relevante, ya que no suelen superar los 4 grados en la escala de Ritcher.

El terremoto más importante que acaecido en España se produjo en Torrevieja (Alicante) en 1829, que tuvo una intensidad de 6,9 grados en la escala Richter y dejó 400 muertos. En los últimos 600 años ha habido una decena de terremotos de gran magnitud en España.

En cualquier caso, si llega a producirse un seísmo de estas características, los geólogos consideran que los daños son «inevitables», aunque España podría afrontarlo con garantías, ya que en los últimos años se han aplicado con rigor medidas antisísmicas en pilares, vigas y tabiques con armaduras en la cimentación. Además, los arquitectos e ingenieros han aplicado cada vez más normas para hacer a las construcciones resistentes ante movimientos de tierra.

Desde hace años, los técnicos del Instituto Andaluz de Geofísica avisan del peligro de un urbanismo salvaje, porque a más edificios, menos tiempo para controles sobre sus resistencia a temblores. Pero, como apuntan los geólogos, cada vez más se verifican las medidas antisísmicas.