Cinco años ha tardado el presidente de la Diputación de Málaga, Salvador Pendón, en pulsar el botón que enciende la central de trigeneración del palacio provincial, sistema pensado para el ahorro energético por el que se genera energía a través del consumo de gas para el autoabastecimiento eléctrico y que produce una cantidad extra que puede ser vendida.

Esta iniciativa ha supuesto un desembolso de 5,3 millones de euros, más 300.000 euros de mantenimiento anual, según datos del Partido Popular, cifra que Pendón rebaja a dos millones de euros y que ha sido objeto de fuertes críticas por parte del portavoz provincial del PP, Francisco Salado. Éste ha solicitado en numerosas ocasiones informaciones sobre los retrasos y problemas para la puesta en funcionamiento de una máquina que fue vendida a bombo y platillo y que nunca terminó de arrancar.

En 2006, cuando las obras de la nueva sede de la Diputación tocaban su fin, Pendón anunció que el amplio palacio provincial, que suposo un coste de 34 millones de euros, contaría en los sótanos con un novedoso sistema de trigeneración, un aparato que garantizaría la generación de electricidad, frío y calor, y que posibilitaría la venta de la energía sobrante y dejar un beneficio a las arcas de la institución de unos 150.000 euros descontados los gastos en la compra de gas natural.

La nueva sede del organismo provincial se inauguró en marzo de 2007, meses antes de las elecciones y hasta ayer, cuando Salvador Pendón acertó en el encendido de la máquina, nada se supo oficialmente de las dificultades y problemas para que no se generara energía pese a la gran inversión realizada.

Los pocos datos oficiales aportados por la Diputación sobre los retrasos en la puesta en marcha del sistema durante cuatro años se remitieron a un periódico local, donde se aludía a dificultades administrativas con la Junta de Andalucía y a las exigencias de Endesa de incorporar dos nuevos sistemas.

Ha costado pero por fin encontraron el botón y pusieron en marcha el aparato. «Una iniciativa pionera en Andalucía», destacaba ayer el ente supramunicipal en un comunicado, «al ser el único edificio institucional con este tipo de central de trigeneración».

Para Salvador Pendón, «este sistema contribuye notablemente a nuestra voluntad de alcanzar la eficiencia energética con una doble vertiente: el ahorro de emisiones de CO2 en la atmósfera y en la factura económica». El presidente subrayó que son más de 35.000 toneladas de emisiones de CO2 las que se ahorran con el nuevo sistema, además de una suma de 690.000 euros anuales en el coste de la factura.

Además, explicó que en el funcionamiento de este sistema existe una conexión con la red de Endesa, «que utilizará aquella energía sobrante que no sea necesaria para el propio edificio, contribuyendo al abastecimiento energético de la propia ciudad de Málaga».

Francisco Salado

Sin embargo, el PP no está tan satisfecho. En primer lugar por la demora en poner en marcha la instalación. Según Francisco Salado, el equipo de gobierno no ha hecho bien su trabajo y le acusa de dejación de funciones y de ineficacia. «No es normal que la central haya estado más de cuatro años sin funcionar», insiste, y recuerda las veces que el PP ha instado a Pendón a que pusiera en marcha de una vez la maquinaria.

Salado también critica el «oscurantismo», que le hace dudar de la rentabilidad del sistema de trigeneración. «Los gastos de consumo y mantenimiento tienen que ser inferiores a lo que se presume que se va a ingresar por la venta de energía».