El PP lo tiene claro: tanto el secretario general en la provincia, Francisco Salado, como la número dos del partido a nivel nacional, María Dolores de Cospedal, insistieron ayer en la necesidad de respetar la presunción de inocencia de los imputados. Es decir, que hasta que el Tribunal Supremo no hable, y hasta ese momento pueden pasar años, el interesado no ha de abandonar su puesto. Así en Valencia, con una lista autonómica repleta de investigados por corrupción, como en Málaga, donde el alcalde de Alhaurín el Grande, Juan Martín Serón, espera con impaciencia su reelección meses antes del juicio por el «caso Troya».

«Todo el mundo tiene derecho a la presunción de inocencia», dijo De Cospedal en un encuentro con candidatos del PP para el Ayuntamiento de Málaga. Pidió esperar hasta que haya sentencia.

Salado, por su parte, insiste en la necesidad «de no hacer juicios paralelos y condenar a alcaldes antes de tiempo, pues luego la mayor parte de los casos son archivados. Otra cosa es que el asunto sea más grave, como ocurrió en Estepona o en Alcaucín, donde se les pilló con dinero».

«El PSOE tiene una doble moral, ellos preconizan la limpieza y la pureza, pero cuando han sido condenados cambian el discurso. Defendemos la presunción de inocencia», dijo Salado. El PP presenta a cuatro alcaldables con problemas con la Justicia.