El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga procederá en unos días a la apertura de la fase de liquidación del hotel Torrequebrada de Benalmádena, debido a que la junta no ha podido constituirse por no alcanzarse el 50 por ciento del pasivo ordinario del concurso, durante la celebración de la junta de acreedores el pasado viernes 29 de abril.

Según informó ayer la administración concursal, que lleva las riendas de este establecimiento desde que entrara en concurso de acreedores en febrero de 2009, el inicio de esta fase de liquidación no conlleva el cierre del hotel pero es algo que está legalmente previsto. Así este establecimiento de cinco estrellas funcionará con total normalidad durante este verano bajo la dirección de la administración concursal.

Por lo tanto, lo que se prevé es que esta fase de liquidación sirva para que la empresa pueda ser vendida. «El hotel sigue abierto y pagando a proveedores en la medida que el concurso nos lo permite, y continúa atrayendo clientes, por lo que estamos a pleno rendimiento», según indicaron desde la administración a este rotativo.

De hecho, esta situación seguirá así hasta que se alcance un acuerdo y se ceda la empresa a terceros. «Estamos negociando, con posturas avanzadas, para que pase a ser adquirido por algún grupo de inversión que tenga la intención de continuar la explotación del negocio», indicaron.

Propuesta «poco atractiva». Según la administración concursal, la escasa asistencia de los acreedores ordinarios pudo deberse a que «la propuesta de convenio que hizo la empresa concursal tampoco era demasiado atractiva, ya que consistía en el pago del 70 por ciento de los créditos al finalizar el tercer ejercicio, lo que corresponde al año 2014». En este sentido, aseguraron que «l os acreedores son muy libres de asistir o no a la junta, ya que además hay muchos que cuentan con un crédito muy pequeño y podría no resultarles demasiado beneficioso».

Este hotel, en el que hay 117 trabajadores fijos y 21 fijos-discontinuos, tenía como administrador único al sultán Shaikh Mohamed Sharif Olama, quien adquirió el establecimiento en el año 2004, pero el 23 de febrero de 2009 entró en situación de concurso de acreedores. La resolución judicial por la que se declaraba el concurso suponía la designación de tres administradores concursales para la sociedad, que poseía en ese momento un capital social de 721.000 euros, y que llevaba desarrollando su actividad con la citada denominación desde el año 1981, aunque fue en 1988 cuando se abrieron las puertas del conocido establecimiento hotelero, en cuyos bajos se alojaba desde 1979 el casino del mismo nombre.

La administración concursal sigue al frente hasta alcanzar acuerdos. Según la administración, ya se está negociando, «y con posturas avanzadas», para que el hotel pase a ser adquirido por algún grupo de inversión que tenga la intención de continuar la explotación del negocio. Mientras tanto continuará abierto.