Joaquín Fernández encuentra y examina a diario documentos para dictaminar su autenticidad o las posibles alteraciones de que hayan sido objeto.

¿Hay cada vez más falsedad documental en España?

Hay mucha menos. Había más hace cosa de dos años, pero la crisis también se ha notado mucho en esto. Por ejemplo, a nivel anecdótico, antes se podían coger diez documentos falsos al día en la ciudad de Madrid y ahora se cogen dos o tres a la semana. Esta bajada está muy relacionada también con la inmigración y la bandas delictivas, que al no haber mucho nivel de economía aquí, pues han preferido irse a otros sitios.

¿Y cómo se le hace frente?

Es necesario mucho control y mucha formación policial. Por lo que sé de la zona de Andalucía, se están atrapando bastantes de estos documentos por la presión policial que se lleva a cabo. Hemos trabajado mucho en la zona de Madrid, Cataluña o Valencia, pero aquí se ven cosas que allí ya no aparecen. El organizador de esta jornada me mandó un documento falso que apareció en Málaga y que hacía diez años que no se veía.

¿Dónde hay mayor concentración de falsedad documental? ¿En qué sectores?

Si hablamos de tema de inmigración ilegal, ha habido mucha brasileña que para conseguir trabajo ha conseguido documentos falsos portugueses para hacerse pasar por ciudadanos comunitarios, y así tener libre circulación y derecho a trabajar. Ha habido grandes operaciones en este sentido. También las mafias utilizan muchos documentos falsos, como las chinas, para introducir productos en el país. En cuanto a la delincuencia, es Europa del Este la que se lleva la palma. Si nos centramos en África, hay que destacar a los nigerianos como los reyes de la estafa, sobre todo con el tema de los dólares negros y los matrimonios falsos. Se casan con españoles para tener un permiso de residencia. A algunos los hemos pillado incluso el mismo día que se casaban con el libro de familia, pero con una identidad falsa de un pasaporte robado en blanco en Nigeria y cumplimentado con datos falsos.

En su ponencia habla sobre cómo detectar un DNI falso...

Existe la norma ISO 9303, con la que se han puesto de acuerdo todas las naciones, y que tienen unas características que lo delatan. A simple vista se ve una falta de alineación en los caracteres, o que el tipo de letra no se corresponde con la auténtica y única que componen estos documentos.

¿Y para los billetes?

Como dice la página web del Banco Central Europeo, a los billetes hay que tocarlos, mirarlos, oírlos… El sonido, el tacto, es característico. Pero existe una medida de seguridad muy característica, conocida como la Constelación de Eurión, que aparece en todos los billetes de euro y en los de muchas otras divisas. Se trata de unos pequeños círculos que aparecen a la izquierda del billete, junto a la franja blanca. Los círculos siguen un patrón establecido y muchos programas de tratamiento de imágenes, fotocopiadoras y otros dispositivos de impresión no permiten trabajar con imágenes que incluyan esta disposición.

Debido a su profesión ve a diario todo tipo de documentos falsos. ¿Qué es lo más curioso con lo que se ha encontrado?

Falsificable es todo y he visto multitud de cosas. Pero, por ejemplo, hay extranjeros que han falsificado su propio documento de identidad porque se le ha perdido el auténtico y no querían volver a su país a hacérselo de nuevo.

¿Es imposible acabar con estos delitos?

Sí, porque la falsificación es una cosa muy antigua y que siempre formará parte de la historia. Dos de los grandes falsificadores españoles eran Lucio el Anarquista, que es octogenario, y Malagón, que era el falsificador del Partido Comunista e hizo a Carrillo el DNI con el que pudo venir a España.