La Federación de la Distribución Farmacéutica (Fedifar) y la patronal de la industria Farmacéutica de medicamentos genéricos en España (Aeseg) se sumaron ayer a la postura de los colegios andaluces de farmacéuticos y mostraron sus «recelos» ante la intención de la Consejería de Salud de implantar la conocida como licitación o «subasta pública de medicamentos», al entender que el modelo solidario de distribución podría resultar afectado, entre otras causas.

Fedifar, que incluye entre otras a la Cooperativa Farmacéutica Andaluza (Cofarán) y a la Asociación Farmacéutica Malagueña (Grupo Cefana), mostró su preocupación por las «continuas medidas» que piensan adoptar las diversas comunidades autónomas para recortar la factura pública en los medicamentos que se venden en las farmacias. El colectivo recordó que estos planes de recorte se suman a las rebajas que ya estableció el año pasado el Gobierno a través de los reales decretos 4/2010 y 8/2010. Ambas normas ya han propiciado un caída del 12% en los ingresos de la industria, la distribución y las farmacias.

Farmacias en riesgo

«La comunidad autónoma que persista en este tipo de recortes obligará a las empresas de la distribución a salvaguardar su viabilidad, introduciendo medidas de ahorro que afectarán a su nivel de servicio y, por tanto, al excelente acceso a los medicamentos que hoy disfrutan los ciudadanos», advirtió Fedifar. En el caso andaluz, la federación teme que la medida planteada por la consejera María Jesús Montero «contribuya a tensar más el delicado equilibrio del modelo de farmacia español».

Según Fedifar, la distribución de gama completa es la que permite a todas las oficinas de farmacia, sean más o menos rentables, disponer de un amplio surtido. «Los productos de más precio y más rotación que se llevan a las farmacias más rentables compensan el transporte de los de menor precio y menor rotación a farmacias menos rentables y, casi siempre, más alejadas de los grandes núcleos urbanos», apuntaron. Romper esta dinámica provocará, en su opinión, que algunas farmacias de ámbito rural no puedan mantener su actual nivel de servicio, que califica de «excelente».

«Sacar fármacos del canal de farmacia y dispensarlos en hospitales, eliminar presentaciones de los sistemas de prescripción electrónica o dar a un solo fabricante el abastecimiento de una región impiden a los ciudadanos el acceso a los medicamentos aprobados por el Ministerio de Sanidad», apuntó.

Por su parte, la patronal de la industria farmacéutica de medicamentos genéricos en España (Aeseg) también apoyó al Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CACOF) en su negativa al Plan de Estabilidad para la Farmacia Andaluza, que recoge la licitación de medicamentos.

Para Aeseg, la subasta de fármacos es una medida que «restringe» en el territorio andaluz la oferta de medicamentos y productos sanitarios cubierta por la prestación farmacéutica del SNS, «con los consiguientes impactos para los ciudadanos y para los diferentes agentes sanitarios».