Aunque el 22-M ya ha pasado, no todos los municipios de la provincia saben ya quiénes serán los que regirán su destinos durante los próximos cuatro años. Las urnas han decidido que 36 localidades malagueñas tengan que tirar de pactos de gobierno para marcar su signo político, nueve más que en 2007 y con el PSOE e Izquierda Unida como principales interesados.

Los socialistas dependen de acuerdos en 19 municipios, la coalición de izquierdas, en ocho y el PP, en seis. Entre los que están en juego hay localidades claves para populares y socialistas, aunque a priori los primeros parecen tenerlo más fácil. En Ronda, un pacto entre el PP y los antiguos compañeros del socialista Marín Lara, los andalucistas, podría desbancarlo de la alcadía, ya que el PSOE no tendría suficiente con el apoyo de IU.

En Benalmádena, el candidato popular, Enrique Moya, podría quedarse con el apoyo de la UCB, aunque allí todo está aún muy abierto. El PP tiene mayorías simples también en Carratraca o Casabermeja, donde parece más factible un pacto de izquierdas, y en otras localidades como Gaucín, Riogordo o Sierra de Yeguas necesitaría el apoyo de andalucistas o independientes.

El PSOE, por su parte, se ha encontrado escollos en municipios que hasta el domingo gobernaba con mayoría absoluta. Es el caso de Cártama, Álora, Casarabonela o Colmenar. En la primera IU tiene la llave, al igual que en la segunda, donde los populares han experimentado un notable ascenso, y en Colmenar. En Casarabonela, un acuerdo de PP e independientes puede desbancar a Sebastián Gómez.

Avances socialistas

Los socialistas han conseguido hacerse con algunos municipios hasta ahora en manos de otras formaciones, como Arriate, donde IU ha bajado tras la marcha de Bernardino Gaona, o Frigiliana, bastión otrora del andalucismo. Pero igualmente depende de acuerdos con otros partidos. Y también ha ganado en Villanueva de la Concepción, donde podría alcanzar un acuerdo de gobierno con los ediles del PP.

Muy abiertas están también las posibilidades en Torrox. Esta localidad axárquica se mantiene como una de las que presenta más dispersión de voto y el socialista Francisco Muñoz es el que ha sido más respaldado en las urnas, si bien no con la mayoría suficiente. A pesar de que el líder nacional de IU, Cayo Lara, ya ha dicho que es favorable a acordar todos los pactos de izquierda necesarios para que no gobierne la derecha, en Torrox tiene muy complicado que PSOE e Izquierda Unida hablen en términos amistosos. La clave está en el PIU y el PA. Y en el PP, que sube cuatro ediles, pero que tiene difícil pactar con el PIU, formado por ediles que hasta hace un mes formaban parte de sus filas.

En Manilva, a pesar de la polémica por las contrataciones de la actual alcaldesa, Antonia Muñoz, IU es la más votada y sube dos ediles. Y sólo un pacto entre las fuerzas restantes, poco probable, podría desbancarla. Pizarra o Monda han dado su respaldo a IU por encima del PSOE, que tendrá que decidir ahora si une fuerzas o permite gobiernos en minoría. Así ocurre también en Ardales, donde ya no se ha presentado Falange, pero el PP ha registrado un crecimiento.

Los andalucistas tienen en juego dos alcaldías: la de Algarrobo, que este último mandato han gobernado con Natacha Rivas, y la de Cortes de la Frontera. En este caso, se han visto beneficiados de la caída del PSOE, que ha tenido menos respaldo tras la marcha de Francisco Márquez.

Mollina, Teba, Canillas de Aceituno, Jubrique, Villanueva de Algaidas… Son otras de las localidades pendientes. En éstas y en el resto de municipios no son descartables las sorpresas, marca común de la provincia en las últimas legislaturas, marcadas también por las mociones de censura.

La seguridad la tienen, por tanto, los partidos en 65 localidades malagueñas, donde sí ha habido mayoría absoluta: 31 están en posesión de los socialistas, 26 se han ido a manos del Partido Popular y seis serán para Izquierda Unida. Dos son para grupos independientes: Benalauría y Montejaque.