Parecía que todo estaba en visos de resolverse, que la incertidumbre se había disipado, pero en las últimas horas la duda ha vuelto a apoderarse de los chiringuitos. La intención de Medio Ambiente de prohibir la actividad de los espeteros en Granada, comunicada mediante carta y rectificada posteriormente por la propia administración, ha suscitado la alarma en el sector, aunque, de momento, en Málaga no tendrá por qué preocuparse.

Según confirmaron ayer fuentes de la Delegación Provincial, la Junta no tiene previsto replantearse la situación de los espetos en el litoral de Málaga, donde, insistieron, no existe «ninguna posibilidad» de que su uso se vete o traslade fuera de la playa en los próximos meses. Una observación que los empresarios consideran «lógica», especialmente después de la asunción de competencias por parte del Gobierno andaluz, que se presume, declararon, más cercano a los intereses y la tradición de la región.

De acuerdo con Norberto del Castillo, presidente de la Federación Andaluza de Empresarios de Playas, los reparos expresados por la administración en el caso de Granada pueden deberse a un «malentendido», lo que, en su opinión, no invalida la necesidad de unificar criterios en el conjunto del territorio. «No puede ser que no haya problemas en unas provincias y en otros sí», puntualizó. Del Castillo avanzó que el tema será abordado en la próxima reunión con la Junta de Andalucía para despejar los interrogantes que puedan surgir en torno a los usos acordados con el Gobierno andaluz.

La utilización de espeteros en las playas de Granada ya fue cuestionada el pasado año por la Demarcación de Costas. No obstante, el traspaso de competencias hizo pensar a los chiringuiteros en el final del problema. Para Del Castillo, se trata de una polémica que no debería, ni siquiera, formar parte del debate, dado el peso de la tradición en muchos puntos del litoral andaluz, especialmente en la zona de la provincia de Málaga. «Los espetos son más antiguos que los propios chiringuitos; representan ya una identidad y una singularidad incuestionable», puntualizó.

Los establecimientos quieren que la administración aplique «unos criterios claros» en la interpretación de la ley para evitar que se produzcan polémicas como ésta. «No puede ser que cada delegado analice la norma a su manera y la sancione igualmente», declaró Del Castillo.

Las claves

Transferencia

La Junta de Andalucía asumió el pasado 1 de abril las competencias del litoral relativas a la ordenación de los chiringuitos. En los próximos meses se deberá dar respuesta a los establecimientos pendientes de licencia. Medio Ambiente es el departamento con mayor número de funciones en la nueva gestión del espacio.

Moratoria

La administración acordó prolongar la moratoria en la aplicación de la ley. Eso implica, en teoría, que no se interpondrán sanciones hasta la resolución de los expedientes.