El presidente de la Asociación de Málaga Monumental, Salvador García Aranda, califica de «toda una vergüenza y una prueba más de que los políticos gobiernan de espaldas a los ciudadanos» el hecho de que el Ayuntamiento de Málaga haya rechazado todas las alegaciones –en torno a cuarenta– presentadas contra la modificación del plan especial del Centro (Pepri Centro). El objetivo es permitir permitir una mayor altura en algunos edificios de la ribera oriental del Guadalmedina, de forma que dé cabida al proyecto de levantar un hotel de diez plantas, cinco más de las permitidas originalmente, en Hoyo Espartero, diseñado por el arquitecto Rafael Moneo.

«Los pueblos que no conservan su pasado se desvanecen en la mediocridad. Más triste aún en una ciudad como Málaga donde el turismo es tan importante. Si no conservamos los edificios antiguos característicos de Málaga, que imprimen carácter a la ciudad, qué vamos a ofrecer a los turistas, ¿edificios modernos de construcción económica que los hay en cualquier ciudad del mundo?», incidió. «Ahora, con el tiempo, nos damos cuenta qué gran error fue derribar la Coracha para construir una escalinata que parece el muro de una prisión. Qué gran potencial turístico hubiera tenido la Coracha rehabilitada con bares típicos y tiendas ahora que visitan Málaga tantos turistas de cruceros», declaró García Aranda.

Para el representante de Málaga Monumental, hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento lleva años detrás de esta demolición, aún cuando funcionaba la pensión, «y no van a parar hasta ver el edificio convertido en polvo. Una pena que la Junta no pare definitivamente este atropello urbanístico».

«Otra vez más vemos como la clase política representada por el PP (Ayuntamiento) y PSOE (Junta de Andalucía) se vende al ladrillo sin respetar nada. Y todavía peor, lo políticos malagueños de esos dos partidos que no tienen ninguna altura intelectual para defender su ciudad», dijo.