El Consejo de Gobierno ha aprobado el Plan para el Fomento de la Cultura Emprendedora en el Sistema Educativo, que destinará 492 millones de euros durante los próximos cinco años a promover la capacitación del alumnado andaluz en el desarrollo de proyectos empresariales y de mejora de las posibilidades de empleo.

Esta iniciativa, prevista en el séptimo Acuerdo de Concertación Social de Andalucía, se llevará a cabo en todos los niveles de la educación: Primaria, ESO, Bachillerato, FP, Formación para el Empleo y Enseñanzas Universitarias.

El documento, redactado por las consejerías de Educación; Economía, Innovación y Ciencia, y Empleo, con el acuerdo de los agentes sociales y económicos, establece 154 medidas para fomentar los valores y capacidades favorables a la cultura emprendedora, tanto en el aprendizaje del alumnado como en la labor del profesorado.

Estas acciones, que se pondrán en marcha a partir del próximo curso escolar, se reparten entre los niveles educativos no universitarios (59), universitarios (50) y de la formación para el empleo (45). Sus principales ejes serán la formación del profesorado, la cooperación empresa-escuela y la creación y adaptación de contenidos y materiales.

Entre las medidas previstas destacan la oferta de asignaturas para el fomento del emprendimiento y de talleres teórico-prácticos sobre creación de negocios; la elaboración de los correspondientes materiales educativos; el diseño de simuladores empresariales virtuales, y el impulso a las actuales cátedras de emprendimiento y de empresas innovadoras y creativas con la promoción de nuevos patrocinios.

Asimismo, se pondrán en marcha programas como Conociendo a nuestras empresas (organización de visitas a centros productivos); Financia mi idea (plataforma de proyectos innovadores financiada con microaportaciones desde el entorno), Universidad Emprende e Innova y Fomento de Vocaciones Empresariales. A ellos se suman iniciativas como Emprendemos en familia y Mi municipio emprende, que fomentarán la implicación del entorno familiar y de los entes locales en pequeños proyectos emprendedores promovidos desde los centros educativos.

Otra medida será la creación de unidades emprendedoras y viveros de empresas en los Centros Integrados de Formación Profesional. Estos institutos son los que realizan una oferta unificada de las enseñanzas de FP Inicial y FP para el Empleo, con una especialización en sectores productivos concretos. Además de la actividad docente, desarrollan también funciones de acreditación de las competencias profesionales de los trabajadores e incluyen servicios de información y orientación laboral.

Las acciones recogidas en el plan se encuadran en ocho grandes objetivos generales: promover la innovación, la creatividad, la responsabilidad y el emprendimiento; impulsar la implicación de profesores y alumnos; reforzar el papel del profesorado como factor clave de aprendizaje; facilitar al alumnado las competencias para explorar y desarrollar sus talentos y posibilidades; reconocer y valorar las vocaciones más relevantes; interconectar los sistemas educativo y productivo; crear un marco de cooperación entre entidades e instituciones, e implicar al conjunto de la sociedad, con especial referencia a las familias, los medios de comunicación y las corporaciones locales.