La Consejería de Obras Públicas ha necesitado diez días para remitirle al Ayuntamiento de Málaga un informe en el que se detallan las 27 deficiencias técnicas detectadas en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y «que aún no han sido totalmente corregidas por el Consistorio», tras la reunión mantenida por técnicos de la Gerencia de Urbanismo y de la Dirección General de Urbanismo el pasado día 22 de junio en Sevilla (ver La Opinión de Málaga del 23 de junio).

En aquella reunión, según los técnicos de la Junta, se detectaron correcciones mal efectuadas que afectaban al documento de subsanaciones de errores aprobado por el Ayuntamiento en abril pasado y que tendría que haber sido el documento final previo a la entrada en vigor del PGOU.

La Junta detectó entonces unas 140 deficiencias y la mayoría fueron corregidas en la misma reunión del día 23. Quedaron por subsanar otras 27, que son las que ahora les ha remitido la Consejería de Obras Públicas.

Campanillas

En el escrito entregado, la Junta se queja de que en el documento de subsanación de errores aprobado por el Ayuntamiento «no sólo no se atienden todos los requerimientos realizados, sino que, además, se introdujeron modificaciones al planeamiento», que, a juicio de la Consejería, «hubieran supuesto la nulidad del PGOU» de haberse publicado.

Por ello, asegura que «la Junta, en atención de los intereses generales y en pos de la seguridad jurídica, no puede admitir estas modificaciones, ya que supondrían una alteración entre el Plan General aprobado y el que finalmente se publique».

Entre las deficiencias más importantes a subsanar, la Junta reseña la consideración de la zona de encauzamiento del río Campanillas como suelo urbanizable, «cuando realmente es terreno no urbanizable», o la desaparición de suelos no urbanizables de protección territorial. Asimismo, añade el escrito de la Junta, «se ha comprobado que se incrementa o se disminuye la edificabilidad y se altera la superficie de algunos ámbitos».

A esto se suman las deficiencias detectadas en la ficha del antiguo Campamento Benítez, donde el plano aún no se ha corregido, de tal manera que debe figurar como un equipamiento «territorial» para parque «urbano» pero que el Ayuntamiento ha vuelto a presentarlo como parque periurbano, «sin modificarse, por tanto, la ficha», según el escrito de la Junta.

Ahora los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga trabajarán contrarreloj para tener el nuevo documento de subsanación concluido lo antes posible y remitirlo para su aprobación en un pleno extraordinario a mediados de julio. Tras ello se remitiría a Sevilla con la intención de que, una vez, supervisado por la dirección general de Urbanismo, el PGOU pueda ser remitido al Boletín Oficial de la Junta (Boja) y entrar en vigor antes de agosto.

El plazo se ve muy difícil. El propio alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, reconoció hace unos días que, aunque «actuaremos rápidamente» los cambio reclamados por la Junta «pueden llevarnos hasta septiembre y dejarnos casi sin margen de maniobra para que el PGOU inicie su despegue este año».