Hace un año, a comienzos de julio de 2010, Línea Directa hizo un repaso a los problemas de la Granja de Suárez con el presidente vecinal, Antonio Baena. Un año más tarde, dos de los problemas planteados ya tienen una solución y es que este barrio vecino de Carlinda contaba con numerosas zonas abandonadas en las que la gente depositaba los escombros.

Una de ellas, en mitad de la calle dedicada al Padre Martín, era un terrizo polvoriento en el que la acumulación de escombros y la basura depositada al aire libre, junto a los contenedores, estaba a la orden del día. El terrizo se utilizaba como aparcamiento y también era la parada de la línea de la EMT.

Los vecinos llevaban años esperando la promesa del Ayuntamiento de hacer en la zona un parking en superficie y como detalla Antonio Baena, finalmente se hicieron las obras hace un mes y tiene capacidad para unas 80 plazas.

Otro rincón olvidado era una parcela de Emasa a la entrada del barrio que protagonizó la foto principal del reportaje del año pasado, con un sanitario roto en primer plano y un mar de azulejos rotos. La situación ha cambiado por completo y hoy es una zona ajardinada con un rótulo con las letras del barrio de gran tamaño. Se trata de dos obras a las que se comprometió el concejal de Bailén-Miraflores Mario Flores y de él destaca el presidente vecinal: «Con este concejal estamos contentos, es un hombre joven pero muy formal».

El aludido explicó la semana pasada a Línea Directa que aunque en el proyecto inicial del aparcamiento iba una pequeña zona verde, «como iba a terminar de estercolero pondremos aparatos de gimnasia para mayores para mantener limpia la zona».

Con respecto a la parcela de entrada al barrio, indicó que ha sido «un acuerdo a tres partes entre Emasa, Parques y Jardines y el distrito, cada uno pagando un poco». Mario Cortés añadió que todavía queda por completar algo el rótulo.

Asuntos pendientes

Sin embargo, un año después todavía quedan cuestiones pendientes, como resalta el presidente de la asociación de vecinos. El principal de todos es el sistema de recogida de basura, pues al colocar los contenedores en la parte baja del barrio, las personas mayores tienen muchas dificultades para bajar la basura y hasta pagan a jóvenes para que les hagan el trabajo. Aunque la anterior concejala de Medio Ambiente, Araceli González, se reunió con los vecinos, la solución no llegó a buen puerto.

«Este asunto sigue pendiente y los técnicos tendrán que dar una respuesta», recuerda Antonio Baena; como también está a la espera el ansiado soterramiento de la selva de cables de la barriada y es que, para Antonio Baena, la Granja de Suárez sigue necesitando un plan estratégico.