Junta y Ayuntamiento escenificaron ayer un acercamiento en aquellos temas donde el acuerdo ya era visible y evidente entre las dos administraciones y volvieron a dejar fuera de la discusión los proyectos donde las distancias entre ambos son más profundas. La falta de financiación condiciona esta vez un pacto global por los grandes proyectos, aunque parece que existe voluntad política para, al menos, marcar una hoja de ruta y fijar un horizonte sin ponerse piedras en el camino, lo que sin duda es un avance. La de ayer fue la primera reunión de otras muchas que tendrán que celebrarse para desbloquear, al menos, diez propuestas que la Junta planteó ayer y a las que el Ayuntamiento no pudo negarse por obvias, aunque a su vez ofreció una batería de temas prioritarios: 26 en total.

Dicho de otra forma, la reconciliación es posible, pero por ahora, en esta primera cita, sólo han ido al cine pero no han podido arrancarse ningún compromiso. Mucho menos un beso. Ya se verá cómo marcha la relación. En las próximas semanas se van a llevar a cabo nuevos encuentros con carácter sectorial y el 25 o el 26 de julio tendrá lugar una segunda reunión entre la delegada, Remedios Martel, y el alcalde, Francisco de la Torre.

La Junta propició este acercamiento que los peor pensados pueden calificar de electoralista. Ahora es cuando la Junta tiene que echar el resto para conservar uno de los escasos feudos autonómicos que le quedan, si puede. Pero no hay dinero. Así que la concreción de proyectos se resume en un decálogo «justificado y con el objetivo de crear empleo y huyendo de compromisos que no sean realizables desde el punto de vista presupuestario». Claro como el agua.

Hechos por gestos

El alcalde los acepta «con matices», aunque en el fondo dejó entrever su escepticismo al pedir, una y otra vez, que estos gestos deben ir acompañados de compromiso presupuestarios. Como Santo Tomás.

¿Qué plantea la Junta? Las dos horas que duró la reunión de ambos representantes políticos –estuvieron acompañados cada uno por sus delegados y concejales de confianza– sirvió para garantizar, por ejemplo, que el metro entrará en servicio el 11 de noviembre, algo que ya se había anunciado. También para que Martel se comprometa a tramitar el PGOU de Málaga, desbloqueado ayer, 48 horas después de recibirlo, una vez corregido y aprobado de nuevo por el pleno municipal, para que sea publicado en el BOJA porque, según dijo, «supone un marco de estabilidad para atraer inversiones».

Además, el Gobierno andaluz pedirá a la comisión técnica de seguimiento del metro que eleve propuestas en relación con los trabajos que se llevarán a cabo en la plaza de Marina y la Alameda Principal y que deberán cumplir dos premisas: fomentar la movilidad urbana sostenible y que exista la máxima peatonalización posible, algo que el Ayuntamiento también comparte, aunque el alcalde pidió una actualización del plan intermodal de transportes, en clara alusión a su anhelo porque el Cercanías llegue a la Marina, aprovechando el segundo túnel proyectado en el subsuelo de la Alameda. «En todo caso, tenemos un año para ver qué queremos, ya que el inicio de las obras está previsto para el próximo verano», dijo Martel.

Otros asuntos relacionados con el metro que se trataron en la reunión de ayer tienen que ver con la reurbanización del entorno de la Catedral, para que las obras del suburbano no afecten a los trabajos de peatonalización previstos en las calles Molina Lario y Postigo de los Abades. Por ello, convocará una reunión con los técnicos del metro, representantes municipales y empresarios turísticos para consensuar una decisión «y en caso de que se aplace esta actuación, el dinero podría destinarse a mejorar la plaza de las Nieves, para conectar las calles Alcazabilla y Granada», dijo la delegada del Gobierno, aunque De la Torre sostiene que no será necesario.

Por otro lado, ha ofrecido realizar una ronda de consultas con los vecinos de la Carretera de Cádiz para que expresen cuál es su deseo de intervención sobre esta zona. El presupuesto para su reurbanización es de 1,5 millones de euros, una inversión que al alcalde le parece insuficiente. Por ello planteó destinar los fondos que puedan ahorrarse ambas administraciones en el proyecto de Arraijanal a la Carretera de Cádiz, teniendo en cuenta la gran inyección de capital privado que va a recibir este entorno con el proyecto que plantea el jeque propietario del Málaga CF, Abdullah Ben Nasir Al-Thani, y que promueve la construcción de la ciudad deportiva del club, así como un nuevo estadio en la zona. El jeque sí que les pone de acuerdo. «Apoyaremos la propuesta del Málaga, que, a nuestro juicio, encaja a la perfección con la gran zona verde que queremos en este espacio», aseveró Martel.

Pero, quizás, el punto en el que el cambio de rumbo en las relaciones entre la Junta y el Ayuntamiento fue más notorio se centra en los terrenos del antiguo Campamento Benítez. Puede que aún existan diferencias entre el parque metropolitano que defiende el Ayuntamiento y el periurbano que promulga la Junta (el nombre dependerá de quién se encargue de su mantenimiento y conservación), pero ayer Remedios Martel se comprometió a mediar ante el Ministerio de Fomento para que el Ayuntamiento no tenga que pagar la compensación exigida por el Gobierno central para hacerse con este suelo. «Es una justa reivindicación del alcalde», apostilló. Así, el Ayuntamiento podría ahorrarse 70 millones de euros, por lo que el regidor se mostró encantado con esta decisión de la Junta.

Sobre el antiguo Convento de la Trinidad, donde la Junta plantea una sede del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), con un centro de la Unesco dedicado al arte rupestre, una vez que este inmueble esté rehabilitado, Martel ha pedido al Ayuntamiento que se agilice toda la tramitación para la aprobación del plan especial necesario. Mientras que De la Torre pide conocer el nuevo proyecto, el tercero para este espacio emblemático y abandonado.

Y otro tema candente que puede enfriarse a raíz de la reunión de ayer es el de la polémica sobre la verja del puerto: la Junta se mantendrá al margen de la decisión que adopte el Ayuntamiento. Libertad para mantenerla o para quitarla, siempre atendiendo a criterios de seguridad, mientras sigan las obras o se opte por crear un tercer carril en el Paseo de los Curas. «El Consistorio tendrá nuestro apoyo en todas las propuestas que sirvan para mejorar la permeabilidad entre el Parque y el puerto», dijo Martel.

Francisco de la Torre no se quedó atrás en la lista de proyectos y aprovechó la coyuntura y el buen clima para recordar que hace cuatro años se acordó impulsar una veintena con fondos FEDER. Entre las prioridades planteadas por el regidor se encuentran el plan especial de Gibralfaro, el soterramiento de Cánovas del Castillo o la construcción del Parque de la Memoria en el antiguo cementerio de San Rafael.

También quiso arrancar un compromiso presupuestario para la construcción del Auditorio de Música, para el eterno plan Guadalmedina o para el desalojo de Los Asperones, «siguiendo criterios sociales», teniendo en cuenta que ahí iría el macrohospital que quiere la Junta... aunque de este tema no hablaron. Habrá que esperar.