Los cinco cuadros más valiosos del empresario Carlos Sánchez, acusado en el «caso Malaya», ya tienen un destino: el Museo del Patrimonio Municipal de Málaga (MUPAM), ubicado en La Coracha, según una providencia del tribunal fechada el 6 de julio. Entre las pinturas hay un Van Dyck valorado en 1,5 millones de euros y un Sorolla, tasado en un millón. La travesía del desierto que han soportado estas obras llega a su fin, después de que fueran localizadas en noviembre de 2008 en una nave del Parque Joyero de Córdoba.

En la providencia, la Sala, presidida por José Godino, ordena que se desprecinte la nave en la que se hallan las poco más de 400 pinturas atribuidas a Carlos Sánchez, y decreta el alzamiento de los embargos de las obras, a excepción de cinco: el resto, hasta poco más de cuatrocientos cuadros, se le devuelve al empresario acusado, dado que muchas de ellas tienen escaso o nulo valor artístico.

En concreto, 203 tienen «evidentes valores museográficos»; 149 no poseen calidad suficiente para ser expuestas y quedan 55 por autentificar. A todas ellas hay que sumarle las cinco elegidas por los tres peritos en arte de la Administración andaluza.

Las cinco obras que los peritos de la Junta de Andalucía, acompañados de un miembro de la Udyco y de funcionarios de la Sección Primera de la Audiencia Provincial, eligieron tras tasarlas el pasado 10 de junio en el Parque Joyero, como adelantó La Opinión de Málaga en la misma fecha, son las siguientes: Retrato de William Cavendish, atribuida al genial pintor flamenco Van Dyck (1,5 millones de euros); Antes de la corrida, de Sorolla (un millón); Figura con mariposa, de autor desconocido (750.000 euros); la escultura La librería, de Manolo Valdés (160.000 euros), y Fusilamiento del alcalde, cuadro de Ismael de la Serna (36.000 euros).

Así pues, el grueso se devuelve a Sánchez, quien es considerado «depositario» de las cuatrocientas pinturas, incluidas las cinco elegidas. «Sánchez queda obligado a poner a disposición de la Sala, en el MUPAM, las cinco obras de arte anteriormente relacionadas, asumiendo el depositario los gastos de transporte y seguro de las mismas».

Es decir, el Museo Municipal las custodiará, y el empresario paga el transporte y el seguro. Se trata de asegurar el pago de la responsabilidad civil del granadino, de cuatro millones de euros, si éste fuera condenado.

Las obras fueron entregadas a Sánchez el 7 de julio de 2011 en el Parque Joyero de Córdoba, de tal forma que tuvo que hacerse incluso cargo de los medios de desplazamiento de la comisión judicial. Aún quedan más de 600 obras atribuidas también a este procesado en un local de Nueva Andalucía, en Marbella, desde donde casi con total seguridad se trasladaron los cuadros hasta el Parque Joyero de Córdoba.

Esa remesa de pinturas y esculturas no están ni inventariadas ni tasadas, lo que habrá de ordenar el tribunal en las próximas fechas. Entre ellas, hay importantes representaciones del arte africano.

Con esta decisión, el tribunal ha puesto fin a una agria polémica que ha tenido como protagonistas al Museo Carmen Thyssen de Málaga, a la Junta de Andalucía y al Ayuntamiento de Marbella. En un primer momento, la Sala pidió al Thyssen que se hiciera cargo de las obras, pero la pinacoteca rechazó la idea basándose en que sus estatutos le impiden exponer cuadros ajenos a los fondos de la baronesa, pese a que los primeros contactos con la alcaldía sí fueron positivos.

La Consejería de Cultura se ofreció, públicamente, para hacerse cargo de los cuadros, pero de forma privada declinó ser depositaria de los mismos porque sus museos estaban llenos y porque no tenía dinero para mantenerlos; de hecho, la Junta ya se hizo cargo, tasó y mantuvo 400 obras de Juan Antonio Roca, 200 de las cuales habrán de ser subastadas en la Sala Retiro de Madrid.

El PSOE de Marbella solicitó al Consistorio que acogiera las obras, lo que rechazó el equipo de gobierno, entre otras cosas, porque en la ciudad costasoleña no hay sitio adecuado para conservar pinturas de tal valor artístico.

Finalmente, será el Consistorio malagueño el encargado de custodiar los cuadros, aunque paga Sánchez.

Discuten por el origen del dinero de Roca

Los peritos de Hacienda incidieron ayer en el juicio de «Malaya», en relación a la operación inmobiliaria de «El Alcornoque», en su convencimiento de que «el origen de la disponibilidad de Juan Antonio Roca Nicolás de esos terrenos municipales es ilícito» y manifestaron que «la inactuación del Ayuntamiento marbellí, porque estaba allí el señor Roca, es lo que posibilitaba» la venta del suelo a otra sociedad y el desarrollo de la promoción.

«Esta promoción arranca en un acto de corrupción, lo que se superpone en otro acto de corrupción, el primero mediante el que el señor Roca se hace con la parcela y el segundo es la obtención de la licencia, contraria a la legalidad urbanística», indicó uno de los funcionarios, quien explicó que algunas de las viviendas construidas, según la documentación aportada, «no fueron cobradas» o fueron pagos de deudas.

El debate llegó a ser tenso, hasta el punto de que el letrado dijo a un perito que «en cuanto puede, suelta usted una», respondiendo éste: «Suelto lo mismo que usted me suelta a mí, cariñitos». El presidente, José Godino, pidió que «guarden la compostura».