El copago se ha introducido en el debate público con más fuerza a raíz de la dura crisis económica que ha azotado el país. La postura de la Junta de Andalucía es rotunda y clara al respecto. La Consejería de Salud rechaza de plano esta posibilidad. «Soy contraria a aplicar fórmulas de copago porque no funcionan para ninguna de las medidas para las que se plantea. Es más, está comprobado que el establecimiento de este método no ejerce un poder disuasorio sobre la utilización de recursos innecesarios desde el punto de vista estrictamente asistencial y sólo penaliza más a los grupos de población más desfavorecidos», comenta la delegada de Salud en Málaga de la Junta de Andalucía, María Antigua Escalera.

Para el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Juan José Sánchez Luque, con la situación de paro actual y los problemas físicos y psicológicos que tienen las familias «tendría que ser una medida que se llevara a cabo si no quedara más remedio».

«Hay que intentar que esa medida no se lleve a la práctica y adoptar otras acciones que no sean el copago y que pasan por replantearse globalmente la sanidad, optimizando los recursos a través de un paquete de medidas», reseña Sánchez Luque. Para el representante de los médicos colegiados es «básico» además que el ciudadano tome conciencia, «porque parece que los recursos son ilimitados, pero no es así y ese momento va a llegar».

El parlamentario andaluz y coordinador de IU, José Antonio Castro, considera por su parte que «bajo ningún concepto» debe establecerse el copago. «La sanidad es un servicio universal y gratuito que ha costado mucho montar y financiar», declara. Para Castro el copago sería el primer paso hacia la privatización.

La portavoz del PP de Sanidad en el Parlamento andaluz, Ana María Corredera, se muestra también en contra del copago. «Los ciudadanos ya pagan sus impuestos y eso significaría que el que se pone enfermo tiene que pagar más. Sí habría que poner medidas para la sostenibilidad del sistema», comenta.

Juan Miguel Contioso, de UGT, también se posiciona «radicalmente en contra» del copago, mientras que Fermín Parrondo, del Sindicato Médico, es el único que se muestra a favor. «Es imprescindible para mantener la calidad», dice.