Carlos Martín Gómez, excarcelado cubano que llegó a España hace cinco meses junto a su familia, ha denunciado hoy en Madrid su precaria situación tras ser expulsados del centro de acogida de Málaga donde estaban alojados, acusados de supuestas agresiones físicas y amenazas al personal que les atendía.

Acompañado de su hermana Sabina, Martín Gómez ha entregado una carta en el Ministerio de Asuntos Exteriores, firmada por Francisco Bacallao, secretario del Movimiento Popular Cubano, en la que ofrece su versión sobre lo ocurrido en el Centro de Refugiados y solicita ayuda para encontrar una solución.

"Cuando llegamos a Málaga desde Madrid vimos las condiciones infrahumanas y de hacinamiento en las que estaban viviendo otros cubanos, y por denunciarlo surgieron los conflictos con el centro", ha explicado a Efe.

Martín Gómez ha asegurado que nunca hubo ni agresiones físicas entre ellos, ni amenazas al personal de la institución, tal y como informó en su momento la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) para justificar su expulsión junto su familia.

"No se de dónde se han sacado eso, porque nosotros siempre hemos sido una familia muy unida", ha indicado, y se ha mostrado convencido de que "detrás de todo esto está la mano de la seguridad del Estado de Cuba".

El excarcelado ha denunciado la actitud de aquellos "hermanos cubanos" que están en España, "bien posicionados y recibiendo subvenciones del Gobierno español y se han robado toda la ayuda que también era para el resto".

"Hasta ahora nadie nos ha llamado, a no ser desde el exilio, para preocuparse por nosotros", ha añadido.

Bacallao fue el autor de los vídeos que se colgaron en Internet, y que fueron retirados tras la denuncia del CEAR, en los que se evidenciaban las condiciones del centro de acogida.

A ese respecto, Sabina ha reconocido que la iniciativa fue de ella, "porque quería que el mundo entero viera en las condiciones en las que estábamos viviendo los cubanos y también inmigrantes de otras nacionalidades".

"Todas nuestras reclamaciones crearon un conflicto con la dirección del CEAR y por eso se inventaron que consumíamos alcohol o que teníamos cuchillos. Todo es una patraña para sacarnos del programa", ha explicado a Efe.

Tanto Sabina como Carlos han afirmado que la distribución de las ayudas contempladas en el acuerdo entre el Gobierno cubano y el español no ha sido equitativa, ya que "se ha hecho distinciones entre los que tienen una formación universitaria y los que no".

Bacallao ha dicho que la familia de Carlos y Sabina está dispuesta a someterse a los exámenes médicos pertinentes que demuestren que no consumen bebidas alcohólicas, ya que son personas enfermas en su mayoría que se encuentran bajo tratamiento médico, tal y como se indica en la carta entregada a Exteriores.

La misiva subraya también que "a día de hoy hay dos menores y una señora de edad avanzada y enferma sin ayuda pertenecientes al núcleo familiar de los Martín Gómez y que no hay ninguna condena de juez o tribunal en su caso por estos hechos".

"Solicitamos a las autoridades españolas que nos ayude a resolver esta situación y de no ser posible que nos envíen de nuevo a Cuba o nos permitan viajar a Estados Unidos", ha reclamado el excarcelado cubano.