El Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga se ha mostrado «entre decepcionado e indignado» con las bases para el concurso de ideas sobre la integración urbana del río Guadalmedina ya que, a su juicio, «parece un pliego para hacer una convocatoria restringida sin que parezca eso, que políticamente no sería correcto».

Así lo expresó el decano de los arquitectos malagueños, Antonio Vargas, para quien el pliego de bases aprobado por el Patronato de la Fundación Ciedes «es un refrito raro». «Al principio hubo quien habló de hacer un concurso restringido de ideas para dar una solución hidráulica y urbanística a la integración urbana del río Guadalmedina –el propio alcalde de Málaga, Francisco de la Torre– y parece que, finalmente, es lo que se ha hecho», lamentó.

En este punto, Vargas advirtió de que «el primer requisito de un concurso de ideas es que sea anónimo para que la valoración que se haga sea objetiva». De hecho, reconoció no entender que «de forma bien visible, haya que poner en el exterior del sobre el nombre del director del equipo, cuando lo normal en este tipo de procedimientos es valorar la idea y luego ver de quién es».

También rechazó el requisito de que cada candidatura cuente en el equipo con un director que tenga una experiencia profesional reconocida de al menos 15 años. «A un concurso se va a ver la idea, qué más da el tiempo que se lleve trabajando», apostilló, considerando que este hecho es «la catetada de tú quién eres». «Qué sentido tiene que en un concurso de ideas se valore la carrera profesional del que hace la propuesta; el objetivo es valorar la idea concreta, salvo que lo que convoques realmente sea un concurso restringido», abundó el representante de los arquitectos en la provincia de Málaga.

Vargas subrayó el hecho de que no todos los miembros del jurado encargado de elegir la propuesta ganadora deban tener la misma titulación que se exige a los concursantes, sino sólo un tercio. Según Vargas, «deberían contar con la cualificación adecuada para tener la capacidad de determinar si algo es viable o no». El decano del Colegio de Arquitectos de Málaga apuntó que en la valoración de las propuestas se da «una importancia primordial» a la solución hidráulica cuando, en su opinión, «el problema del río Guadalmedina es urbano, aunque tenga que pasar por una medida hidráulica». En este sentido, Vargas incidió en que «las soluciones hidráulicas ya las sabemos y se optará por una u otra en función de lo que se quiera hacer en la ciudad y de lo que se esté dispuesto a gastar.

Por ello, opinó que «al final lo que se está planteando es un concurso fundamentalmente de ingeniería, dejando muy diluido lo que ha hecho que se convoque, es decir, el problema de la trama urbana».