Ha sido siempre un empresario atípico, de fuerte carácter y marcada proyección social. Francisco Barrionuevo, máximo responsable del Grupo Novasoft y presidente del Consejo Social de la Universidad de Málaga, analiza el futuro de su empresa tras el acuerdo de fusión con la americana SMS y las actuales dificultades que atraviesan las empresas locales, víctimas de la crisis y del estrangulamiento del crédito. A su juicio, en España falta una cultura bancaria y privada que apueste por los proyectos empresariales, como ocurre en EEUU o el norte de Europa

Mucho ha llovido desde el año 1993. Francisco Barrionuevo ponía ese año en marcha Novasoft en la incubadora de empresas BIC Euronova, en el recién nacido Parque Tecnológico de Andalucía (PTA). Este mismo verano, Novasoft ha llegado a un acuerdo de fusión con el americano Grupo SMS que dará lugar a uno de los mayores conglomerados del sector, previendo un cierre de 2011 con más de 100 millones de euros de facturación, un Ebitda superior a los 9 millones y una plantilla de 2.100 empleados.

¿Cómo marcha el proceso de fusión con SMS?

Lo que tenemos firmado con el Grupo SMS es un protocolo de integración, para entendernos lo mismo que han hecho Unicaja y Caja España-Duero antes de sellar la fusión. Nosotros estamos ahora mismo en una fase dura de revisión de números, cuentas y previsiones antes de acometer la negociación final. El proceso todavía puede acabar en fusión o no, en esa fase estamos.

¿Qué le aporta a Novasoft esa integración?

Sobre todo, complementariedad. Las dos somos firmas de base tecnológica, pero trabajamos en sectores diferentes. SMS está más centrada en el mundo de las telecomunicaciones, de las gestión de redes y cloud computer. Novasoft, en cambio, tiene sus tres patas conocidas de negocio: la distribución, la educación y, como rama principal, el mercado de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) dirigida al mercado gubernamental y de las administraciones públicas. Ése es el motivo por el que nos aliamos: no nos pisamos, en ves de sumar, lo que hacemos es multiplicar. Estamos además en un momento obvio de concentración de empresas para poder competir en el mercado o para negociar con los bancos. Es necesario alcanzar un tamaño mínimo suficiente, y Novasoft junto a SMS va a tener mucha más capacidad para acometer un negocio expansivo.

¿Qué plazo se marcan para saber si la fusión prospera o no?

Antes de final de año. Ése es el plazo que nos marcamos. SMS está muy implantado en Latinoamérica, donde nosotros hemos tenido en el pasado experiencias en el mercado sanitario y a donde queremos acudir ahora de nuevo para tocar el mercado gubernamental. Si la fusión con SMS no saliese finalmente, Novasoft seguirá abriendo oficinas allí como la que ya tenemos en Panamá. Brasil, México, Argentina y Chile son nuestras prioridades. Si la fusión se concreta, como así deseamos, SMS será la plataforma que aprovecharíamos para esa expansión. Estamos abocados a buscar negocio fuera, y más con esta crisis que amenaza con no dejar títere con cabeza.

Novasoft domina en esa integración con un 70% del peso en la misma ¿Es su prioridad que la empresa siga siendo siempre malagueña?

En esta fusión, Novasoft se asegura seguir teniendo la sede social en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), en Málaga. Prevalece sobre SMS porque que somos más grandes y aportamos más peso en la integración. Mi intención es que en todas las operaciones que emprendamos estemos siempre por encima, porque me gustaría seguir contando con nuestros accionistas actuales. Pero todo dependerá de lo que ocurra en el futuro, y, repito, de que acabe esta crisis que no deja de atacarnos a todos los sectores.

Novasoft está especializada en los servicios informáticos a administraciones públicas, ¿no teme que con toda la oleada de recortes en el gasto su campo de clientes se reduzca?, ¿no deberían diversificar más?

En eso tiene toda la razón. El mercado gubernamental ha sufrido en los últimos años un rigor presupuestario brutal, pero a pesar de ese recorte le digo que hasta mitad de año hemos multiplicado por dos las ventas en ese segmento respeto a 2010. Novasoft tiene ventajas competitivas que no tienen otros competidores. En España, estamos tocando el Levante y el Norte, esos mercados son los que nos han permitido elevar las ventas. Pero ahora bien, le digo que si en España hay restricciones, en otras zonas como Latinoamérica el mercado del e-goberment está experimentando un gran auge, y lo que he hecho España hasta ahora es el espejo donde se miran. Por eso, SMS nos servirá de plataforma allí.

Entonces, ¿cómo les está afectando la reducción de presupuesto en las administraciones?

El riesgo ahora mismo es más la falta de pago. Las administraciones están tardando mucho en pagarnos, nos asfixian, y los bancos tampoco ayudan, por lo que estamos en un momento difícil. Actualmente tenemos una deuda viva pendiente de 13 millones de euros, procedente sobre todo de ayuntamientos andaluces y Murcia y Castilla-La Mancha. Todo ese dinero es cobrable, sí, pero el problema es que una empresa como nosotros necesita dinero circulante, y esa deuda forma parte de él. Novasoft tiene una previsión de 70 millones de euros este año, con 7 millones de circulante. Estas deudas nos están haciendo sufrir mucho ¿Cómo se resiste? Con medidas de control financiero e intentando cobrar poco a poco. También hemos paralizado cualquier tipo de nueva inversión; tan sólo acabaremos con aquellas que ya teníamos comprometidas. Vamos a ser prudentes. La operación con SMS no tiene coste alguno para nosotros porque es una fusión pero, por ejemplo, ya no nos vamos a plantear de momento la compra de más empresas, como hicimos en ejercicios anteriores.

En estas circunstancias, ¿tiene pensado aumentar plantilla, mantenerla o disminuirla?

Nosotros vamos a seguir ofertando proyectos a nuestros clientes, aunque lógicamente no vamos a ir a quien sabemos que no tiene dinero para pagarnos. Lo que quiero decir es que tenemos capacidad para gestionar nuevos proyectos si éstos nos salen, y si eso supone que en algún momento tenemos que ampliar plantilla, lo haremos.

Con la actual crisis, algunas voces comentan que el problema de España es que hay pocos empresarios y emprendedores, y que el ciudadano lo que busca es un empleo seguro. Usted, que es el prototipo del emprendedor, ¿cómo lo ve?

En una situación normal, donde funcionan todos los mecanismos, la administración pública paga a sus proveedores y los políticos están centrados, recomiendo siempre que se emprenda, que se ponga una empresa. Pero es que ahora mismo no funciona nada: tenemos a una administración pública descabezada y un sistema financiero que está missing y no da crédito a nadie, sea solvente o no. Claro , en esa circunstancias es imposible lanzarte, ni siquiera echándole imaginación. Ni va a encontrar financiación ni hay ningún organismo que dinamice la economía. Mientras todo eso no se solucione, no creo que el problema sea que haya más o menos emprendedores. El que no tenga nada que perder y tiene habilidades empresariales que se tire de cabeza. Recuerdo que Novasoft nació en el año 1993, en medio de una crisis brutal, y aquí estamos. Pero le advierto de que las cosas están nada más que regular.

¿Málaga tiene que reinventarse de cara al futuro?, ¿es la tecnología el relevo natural o al menos el gran complemento a sectores como el turismo, el comercio o la construcción?

Está claro que la crisis está obligando a ello. El PTA comienza a ser el clavo ardiendo al que se empiezan a agarrar todos pero lo cierto es que aún sigo viendo cierta indolencia de la banca y de las administraciones hacia el sector tecnológico. Faltan medidas concretas. Lo que he leído de Isofotón, por ejemplo, me parece lamentable (tiene pendiente que bancas y cajas le otorguen el crédito de 12 millones de euros que le avaló la Junta de Andalucía). Tienes el negocio, los trabajadores y los avales pero los bancos no le financian. Eso le pasa a Andalucía y a sus empresas: tenemos los mejores mimbres y uno de los mejores rating, pero por el problema de la financiación no podemos salir adelante. La diferencia entre los países con más emprendedores y España es el acceso al capital. Tú te vas al Silicon Valley y hay rondas de negociación con inversores para financiar tu proyecto. Hay dinero. También ocurre en Finlandia. Pero en España es muy difícil.

¿Cómo se revierte esa situación?

Uno de los principales problemas es que aquí casi no hay business angels –inversores privados que apuestan por un proyecto empresarial, sin involucrarse en el día a día, pero aportando un valor añadido en la gestión–, como ocurre en otros países. Hay bancos y cajas que, para poner su dinero en tu proyecto, sólo miran tu patrimonio. En España no se apuesta por los proyectos viables, sino sólo por los bienes materiales. Ahí tenemos el gran problema. La propia Google nació en Estados Unidos porque un business angels le aportó 300.000 dólares cuando sus creadores sólo tenían un algoritmo de búsqueda. La clave es conseguir eso.