La promoción de nuevas viviendas en la capital vive unos momentos de parálisis que apenas se ha suavizado durante el primer semestre de este año, con una pequeña subida en el número de licencias de obras solicitadas. Sin embargo, los datos de la Gerencia Municipal de Urbanismo muestran que la actividad del sector de la construcción se ha desplazado a las pequeñas reformas en las viviendas y rehabilitaciones, única forma de conseguir unos ingresos que aseguren la pervivencia de sus empresas.

Urbanismo tramitó, entre enero y junio de este año, 3.175 licencias de obra. Sin embargo, sólo un 5,6% correspondieron a permisos de obra mayor para nuevas promociones, mientras que el 94,4% fueron licencias de obra menor, referentes a pequeñas actuaciones de mejora.

La gerente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP), Violeta Aragón, reconoce que muchas constructoras se están centrando en estos arreglos pequeños y en la rehabilitación para mantener su actividad. Además, apunta a que existe un cierto miedo en el ciudadano por adquirir una vivienda nueva, lo que lleva a muchos a optar por el arreglo de la existente.

Es indicativo que la Gerencia de Urbanismo haya tramitado entre enero y junio una cifra similar de licencia de obra menor que en el mismo periodo de 2008, con apenas cambios bruscos en los últimos cuatro años salvo un pequeño descenso en 2009 que prácticamente ya se ha recuperado. En este periodo se aprobaron 2.996 reformas de viviendas, frente a las 3.080 de 2008, con una gran estabilidad en los datos.

Por contra, las licencias de obra mayor, que hacen referencia a la construcción de un edificio de nueva planta, ascendieron a 179 durante el primer semestre de este año, con 86 proyectos aprobados entre enero y marzo, y otros 93 hasta junio. Esta cifra, con ser baja, supone al menos un incremento del 35% respecto al mismo periodo de 2010, cuando se tocó suelo en la actividad constructora en la ciudad con apenas 129 licencias tramitadas hasta junio.

La gerente de la ACP interpreta este leve incremento como un dato «no muy significativo» y considera que se puede considerar más un movimiento coyuntural y fruto del contraste con los niveles «tan bajos de 2010».

Sobre las perspectivas para el futuro, Aragón no se muestra muy optimista. Ni siquiera la aprobación del PGOU asegura, en su opinión, una recuperación de la actividad: «Es un punto de luz, pero la realidad es que el sector no se reactivará hasta que no se recupere el mercado y la financiación».

Violeta Aragón, al menos, subraya que los núcleos urbanos como Málaga son los que están sobrellevando mejor la crisis, ya que «existe menos producto a la venta y hay una demanda para comprar primera vivienda, no así la segunda residencia».

Licencias de primera ocupación

Muy significativa es la caída de las licencias de primera ocupación, consecuencia de la menor cantidad de obras iniciadas durante los años anteriores. El año pasado, entre enero y septiembre, se permitió la ocupación de 1.439 viviendas de renta libre, iniciadas entre 2007 y 2008. Este año, en seis meses, apenas llegan a 650 viviendas ocupadas.