Imagínese que se dispone a hacer una carrera con unos amigos. El recorrido y la distancia son los mismos, pero no el medio de transporte. Uno realizará el trayecto a pie, otro en bicicleta, el tercero en autobús y el último en coche. ¿Quién ganará? Lo más lógico sería pensar que el coche, pues es el vehículo que alcanza mayor velocidad, pero no es así. Como ocurría en la fábula de Esopo, el famoso cuento de la liebre y la tortuga, fue el galápago quien, pese a ser menos veloz, ganó la partida a la confiada liebre. Pues sí, también en este caso, el ciclista y el peatón se impusieron a los conductores de vehículos a motor.

Esta iniciativa fue llevada ayer a la práctica en la ciudad. El pistoletazo de salida tuvo lugar en la plaza Aparejador Federico Bermúdez (en las Chapas) sobre las 11.55 horas. Los participantes tenían que recorrer un trayecto de 2,2 kilómetros de distancia hasta llegar a la Alameda Principal, a la altura del edificio del Archivo Municipal. Así, cada participante debía estacionar el vehículo con el que circulase en un lugar habilitado para ello. Esto jugó en contra del que viajaba en coche particular quien, al tráfico y los semáforos, tuvo que sumar el hecho de estacionar su coche en el aparcamiento de la plaza de la Marina. Toda una odisea. En cambio, el ciclista lo tuvo mucho más fácil, pues dejó su bicicleta en el mismo edificio.

De este modo, el ganador fue el que conducía la bicicleta, quien empleó alrededor de 15 minutos en completar el trayecto. En segundo lugar se situó el peatón, quien tardó cinco minutos más en terminar el recorrido, mientras que el participante que iba en autobús de la línea 23 que conecta Las Chapas y el centro necesitó 21 minutos aproximadamente. Por su parte, el participante que viajaba en coche particular quedó en el último puesto, empleando alrededor de 29 minutos en atravesar a la meta.

No obstante, esta competición no pretende únicamente poner de manifiesto que en trayectos cortos, la bicicleta puede ser un medio de transporte rápido y eficaz, sino también eficiente y económico. En este sentido, mientras que el coche gastó 3,941 euros, el autobús y la bicicleta sólo emplearon 0,07 y 0,04, respectivamente. Asimismo, en cuanto a las emisiones de CO2, el coche particular libera 391,38 gramos de gases y el autobús 60,85.

Con iniciativas como ésta el Ayuntamiento de Málaga, organizador del evento con motivo de la Semana Europea de Movilidad, pretende promocionar el cambio del vehículo privado hacia medios de desplazamientos más respetuosos con el medio ambiente.

Proyectan crear cinco grandes carriles-bici en la ciudad

Efectivamente, la bicicleta es el medio de transporte más económico y puede que el más rápido para desplazarse en trayectos cortos. Pero para que esto no se quede en una simple anécdota y los ciudadanos puedan circular por la ciudad con este medio de transporte sin que peligre su integridad física necesitan de carriles habilitados para ello. Algo que no ocurre aún en varias zonas de la ciudad como, por ejemplo, Teatinos.

Afortunadamente, el carril bici Centro-Universidad de 5,5 kilómetros, unas obras que serán costeadas por el Ayuntamiento y la Administración autonómica, parece estar más cerca de ser una realidad pues sólo faltan dos tramos, a causa de las obras de la línea 1 del metro. Asimismo, la Red de Infraestructura de Bicicletas proyecta crear cinco grandes carriles-bici o itinerarios en Málaga. En la red que actualmente se está realizando, y que tiene una longitud de 20 kilómetros, queda pendiente como mucho un 10 por ciento del total. LA OPINIÓN