El magistrado en la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, Francisco Javier Arroyo Fiesta, ha asegurado este viernes que el abogado y la abogacía "siempre" deberán ser oídos, ya que, "dignificar el papel de la abogacía" es "instaurar al ciudadano en la cúspide de la pirámide judicial", por lo que, tal y como ha agregado, la citada pirámide "no debe ser el Tribunal Supremo sino que debe ser el ciudadano".

Arroyo Fiestas ha participado en los desayunos del Colegio de Abogados de Málaga con una ponencia sobre 'La Justicia y la Unión Europea', que ha plasmado la convicción del magistrado en la defensa de los valores de la Unión Europea, como los de civilización, derechos humanos y democracia. Ha asegurado, en este sentido, que, aunque con diferentes lenguas, "tenemos los mismos objetivos: una justicia independiente, una justicia dotada de medios, eficaz y tuteladora de derechos".

También ha manifestado, durante la ponencia, que la Justicia "no es sólo los jueces", es también los abogados, procuradores y graduados sociales, y que "sobre todo debemos ser conscientes de que servimos a los ciudadanos". "Debemos abandonar la antigua tesis que veía al abogado como un auxiliar distinguido para convertirlo en cooperador necesario y privilegiado", ha apostillado.

Ha explicado que el ejercicio del Derecho en el país tiene que realizarse con vistas en Europa, conjuntamente, por lo que "todos debemos conocer y aplicar el derecho comunitario". Por ello, ha reconocido que "aún queda mucho que avanzar" en la interrelación entre abogado y jueces y "sobre todo en la implicación en el derecho comunitario".

Por otro lado, se ha referido a que el derecho comunitario "ha llegado por la paz, a través del diálogo, el consenso y a través de la voluntad de cada uno de los estados", por lo que, probablemente "perdurará", aunque su proceso de implantación es "lento".

Arroyo Fiestas ha agregado, de igual modo, que dentro de la Unión Europea "también tenemos una unión de los ciudadanos", donde se está ampliando la protección de los derechos fundamentales y la política de protección del consumidor, entre otros aspectos.

Asimismo, ha dicho que la UE "vela por cada uno de sus ciudadanos" y ha manifestado en relación con trata de menores y mujeres, que es una "lacra grave" actual y donde los responsables políticos, policiales e, incluso, judiciales "no están todavía suficientemente concienciados" del problema, por lo que "queda mucho por avanzar".

"La UE establece unas normas mínimas a las que todos los estados se tienen que sujetar", ha explicado, al tiempo que ha señalado que en España "vamos a remolque y las normas mínimas que se nos imponen, generalmente, son normas que en su estándar jurídico están muy superadas en otros estados", aunque, por otro lado, "algunas veces damos ejemplo", como en orden de protección de mujeres maltratadas.

El concepto básico de Justicia en la Unión Europea es que "somos un espacio de Justicia común", ha dicho, al tiempo que ha explicado que "todos los que estamos somos un estado de derecho y todos los que quieren entrar lo harán si son estado de derecho".

Francisco Javier Arroyo Fiestas fue elegido magistrado del Tribunal Supremo el pasado mes de mayo, tras haber ostentado el cargo de presidente de la Audiencia Provincial de Málaga donde se ha destacado por su capacidad para abordar situaciones "complejas" como la organización de los macrojuicios que de forma simultánea se han desarrollado.