Además del sacramento, existen los llamados bautismos del aire, los de fuego y también los de agua de mar en una preciosa embarcación, la barca de jábega, que los malagueños de a pie suelen admirar cuando compiten entre ellas o cuando procesionan a la Virgen del Carmen.

El pasado sábado, en las playas de Pedregalejo, casi medio centenar de neófitos tuvo la oportunidad de subir por vez primera a una barca de jábega gracias a las buenas artes de la asociación cultural de Amigos de la Barca de Jábega (ABJ), que contó con la colaboración del Ayuntamiento y del Club Remo y Pala de Pedregalejo.

«La cifra no está mal porque chispeó al amanecer, hasta mediodía estaba entoldado y la mar estaba rizadilla, con algo de levante», explica Felipe Foj, presidente de la ABJ.

Pero los elementos no frenaron el ánimo de los asistentes, que antes de verse mecidos, por ver primera, en una barca, recibieron una explicación sobre la historia y lo usos de esta embarcación a cargo del vicepresidente de ABJ, Pablo Portillo. Por cierto que la jábega es en realidad el tipo de red y la embarcación es conocida como la barca. El nombre correcto por tanto sería barca de jábega y no jábega.

Los navegantes noveles recibieron una gorra, agua y un tríptico sobre la barca elaborado por la asociación. A continuación y siempre con chalecos salvavidas, se formaron los turnos para subir a La Traya y La Cordela, dos preciosas barcas cedidas por la Asociación Remo y Pala de Pedregalejo.

Los paseos por el litoral, de 30 minutos, contaron además con los cantos por jabegotes de Miguel Castro, prolegómeno del bautismo de mar, que siguió un sencillo protocolo. Los patronos de las embarcaciones pronunciaron, dirigiéndose a los noveles, estas palabras: «En la Bahía de Málaga y sobre una barca de jábega, símbolo de nuestra cultura milenaria, recibe este bautismo, con el compromiso de respetar la mar, disfrutarla y preservar la vida que hay en ella». Tras estas palabras, los remeros que actuaban como testigos les salpicaron con agua de mar.

Los remeros, por cierto, formaban parte de ABJ pero también colaboraron ocho de Remo y Pala.

Para rematar la faena marinera, una vez en tierra y de manos de Fernando Dols, un veterano experto de la barca, los nuevos marineros recibieron el diploma acreditativo y como de un bautismo de mar se trataba, dijeron a viva voz con qué nombre o apodo querían navegar a partir de ahora. Y hubo para todos los gustos: Camarón, Estrella de Mar, Caracola...

«Hicimos una encuesta y la gente se quedó encantada, ha sido una experiencia muy enriquecedora para todos», resume Felipe Foj.

El alcalde de Málaga, por cierto, que no pudo asistir por encontrarse en la convención nacional del PP, llamó durante la mañana para interesarse por esta nueva experiencia.

Precisamente, el propósito de la ABJ es plantear a las instituciones un día anual de la barca de jábega, «de forma similar, aunque a años luz, de la celebración de los verdiales, «podría celebrarse cada año en El Palo, Pedregalejo y Huelin, un día para la concentración de barcas abiertas a la ciudadanía, para dar paseos en barca de jábega, espetada de sardinas y por supuesto, cante por jabegotes», comenta Felipe Foj, que señala que la asociación presentará una propuesta consensuada. Además, adelanta que la ABJ diseñará una unidad didáctica sobre la barca para difundirla en los colegios. «Estamos muy agradecidos a Remo y Pala y abiertos a cualquier otro club que quiera participar», concluye. La barca se abre camino en el mar.