El almacén judicial ha sido asaltado. La fortaleza, el Fort Knox, el depósito secreto, la nave de la droga. Un grupo organizado consiguió penetrar este fin de semana en el interior del edificio, situado en el puerto, a apenas trescientos metros de las dependencias de la Guardia Civil. La cantidad de material sustraído aún no ha sido confirmada, pero los primeros datos apuntan a cifras exorbitantes, cercanas, en todo caso, a los 600 kilos de cocaína, según informaron fuentes próximas a la investigación, quienes confirmaron que se trata de uno de los golpes más significativos de la historia de España.

El almacén, que acumula la droga procedente de las operaciones policiales de la Costa del Sol y otras provincias de Andalucía, custodia habitualmente entre treinta y cuarenta toneladas de hachís, y otros cientos de kilos de otras sustancias. Los ladrones, una banda organizada, operaron con sigilo, sin carreras ni tiros ni estruendos; burlaron los controles de seguridad, inhibieron las señales de las cámaras y forzaron la puerta del depósito, una plancha de metal austera y común, desprovista aparentemente de refuerzos, similar a las utilizadas en los garajes y en los polígonos industriales.

La protección de la nave, saturada a menudo por la frecuencia de los decomisos y los límites de los hornos de destrucción, que deshacen un máximo de 600 kilos de material al día, corresponde a la Policía Nacional que, no obstante, tenía delegada la misión en un servicio de seguridad privada. Éste vigilaba directamente el almacén hasta la tarde de los viernes, horario en el que entregaba la llave a la Guardia Civil y dejaba la zona bajo la supervisión única de las cámaras. Precisamente, los elementos que fueron anulados por la banda.

Según señalaron fuentes policiales, el grupo se dirigió hacia las sustancias de mayor valor en el mercado sin apenas reparar en otro tipo de fardos. El coste de lo extraído podría rondar los 30 millones de euros. El depósito del puerto concentra principalmente hachís, aunque también aloja grandes cantidades de cocaína, especialmente si se tiene en cuenta la capacidad de las fuerzas de seguridad del Estado, que el pasado 22 de julio, sin ir más lejos, confiscaron 200 kilos de una sola tacada entre las provincias de Sevilla y Málaga.

El almacén se integra en el proceso de tratamiento de las sustancias aprehendidas en los golpes de la policía y la Guardia Civil que incluye, además, el análisis de laboratorio y la combustión de la droga. En los últimos años, la asiduidad de las operaciones –nada más que en 2010 fueron incautadas 30 toneladas en Málaga, 29.000 kilos de hachís y 1.305 de cocaína, respectivamente– ha obligado a improvisar nuevos depósitos en comisarías y cuarteles. Se calcula que alrededor de 20 toneladas de droga están actualmente repartidas en estos puntos alternativos de almacenaje.

El robo se produjo a pesar del sistema de seguridad adicional del puerto, que cuenta con cámaras de videovigilancia en la zona en la que se ubica la nave. De acuerdo con las mismas fuentes, los ladrones consiguieron eludirlas. Además, también sortearon el resto de controles del recinto, que dispone de un cuerpo de policía propio, con atribuciones similares a la municipal y alrededor de un centenar de agentes. Un dispositivo al que, sin embargo, no compete la supervisión de la nave en la que se acumula la droga de las operaciones policiales, que se adscribe a las dictados de la Subdelegación del Gobierno. La Policía Nacional investiga el caso.