La provincia de Málaga ha perdido a causa de las llamas casi 43.000 hectáreas (42.773) en los últimos 23 años (desde 1988 a 2010) y en un total de 3.212 siniestros (1.932 conatos y 1.280 incendios), según reflejan los informes estadísticos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Pero si se observa la evolución, en términos generales, tanto el número de incendios como de hectáreas calcinadas ha descendido respecto a años atrás de forma considerable. Baste un dato revelador: Del total de hectáreas arrasadas, 29.395, es decir, el 68,72% se perdieron en incendios que tuvieron lugar en seis años, en la franja de 1990 a 1995. De toda la serie, el año récord fue sin lugar a dudas 1991. Málaga perdió la friolera de 12.277 hectáreas en 314 incendios, con siniestros de gran envergadura como los acontecidos en Sierra de las Nieves (ardieron 800 hectáreas) y Nerja-Frigiliana (se perdieron 1.074).

Mijas, azotada en 2001

Mijas ya sido azotada antes duramente por la virulencia del fuego. El 18 de julio de 2001 una chispa de un coche averiado provocó un incendio que arrasó 590 hectáreas de la Sierra de Mijas y otras 500 de campo y zona de interfase. Aunque ya por entonces la Junta anunció una importante inversión de 160 millones de las antiguas pesetas para recuperar la zona afectada, los expertos alertaron de que la Sierra de Mijas tardaría medio siglo en recuperarse del efecto de las llamas.

En la memoria reciente se instalan otros duros capítulos similares a éste, como el acontecido en Estepona en septiembre de 2009 que arrasó 600 hectáreas en Los Pedregales; el sucedido en Benalmádena en noviembre de 2009, que si bien arrasó seis hectáreas obligó al desalojo de 250 personas; o el que afectó a Cortes de la Frontera en julio de 2006 y que se saldó con 664 hectáreas perdidas. Atrás en el tiempo también destacan otros siniestros significativos como un gran incendio en Casares (500 hectáreas) en 1989 y en 1990 un fuego en Casarabonela que afectó a 750 hectáreas.

Municipios más afectados

Desde 1998 a la actualidad una serie de municipios han estado curiosamente especialmente azotados por las llamas. Casares y Estepona han sufrido hasta seis incendios de consideración y el término municipal de Antequera, cinco. Ojén ha soportado hasta cuatro siniestros importantes, dos de ellos en junio y julio de 2006.

Benahavís (tres), Cañete la Real (tres, dos de ellos en 2005), Cortes de la Frontera (cuatro), Gaucín (tres) y Marbella (dos de consideración) también se hallan en este fatal listado. Otras localidades que han sido objeto de incendios relevantes han sido Almogía (2001 y 2005), Álora (1999), Cártama (2006), Casarabonela (2006), Faraján (2003), Frigiliana (2002), Igualeja (2004), Jimera de Líbar (2002), Málaga (2003), Mollina (2004), Nerja (2004), Ronda (1999 y 2004), Sierra de Yeguas (2001) o Yunquera (1998), completan el listado.

En este 2011 destaca además el primer gran incendio del verano, que tuvo lugar el pasado agosto en los Montes de Málaga y que se saldó con 100 hectáreas arrasadas. En la evolución histórica resaltan por el número de hectáreas arrasadas (además del catastrófico 1991) 1990, con 3.416 hectáreas quemadas, 1992, con 3.873; 1993, con 3.707; 1994, con 2.826; y, 1995, con 3.296. Nunca desde entonces se han alcanzado cotas de pérdidas similares. Por número de incendios resalta el año 1990, con 387 (172 incendios y 215 conatos); 1991, con 314 (147 incendios y 167 conatos) y 1992, con 304 (140 y 164), con los mayores índices.