El incendio declarado este pasado domingo sobre las 20.35 horas, en el paraje Entrerríos, en la localidad malagueña de Mijas, que ha afectado a unas 400 hectáreas correspondiente a terrenos de pinar y matorral, ha quedado controlado sobre las 09.00 horas de este martes, según han informado a Europa Press un portavoz de Infoca.

Los efectivos continúan realizando labores de vigilancia y refresco en la zona. Por otro lado, también están a la espera de medir la superficie que finalmente ha sido afectada, según han precisado las mismas fuentes.

El incendio, que ha acabado afectando a Ojén y Marbella, quedó estabilizado al mediodía de ayer, lo que quiere decir que, pese a la ausencia de llamas, queda mucho por refrescar para darlo por extinguido. La incertidumbre en las tareas de extinción se reflejó este lunes en la inestabilidad de las cifras arrojadas por organismos oficiales: al cierre de esta edición, las hectáreas calcinadas oscilaban, según la Junta de Andalucía, entre las 500 y las 600 hectáreas de matorral y pinar.

Así lo aseguró el director general del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente, Javier Madrid. Éste indicó que la masa arbórea en la zona es dispersa, hay mucho matorral, partes de pastos y pastillas urbanas, es decir, una orografía complicada que dificulta la medición final.

En cualquier caso, esas cifras colocan a este incendio como el cuarto más voraz en toda la década: sólo lo superan Estepona, donde en el verano de 2009 ardieron unas 600 hectáreas; Cortes de la Frontera, con 664 en 2006, y Mijas, de nuevo, donde en 2001 las llamas consumieron más de 1.100.

En torno a un millar de familias han sido desalojadas en los dos últimos días en la zona: 700 viven en el límite entre Marbella y Ojén y más de 200 en Mijas.

La virulencia de las llamas quedó patente en los recursos empleados para librarse de ellas: el plan andaluz contraincendios (Infoca) aportó 22 medios aéreos y 260 especialistas, 11 vehículos autobomba, dos nodrizas, la Unidad Móvil de Meteorología y Transmisiones (UMMT), amén de la Unidad de Análisis y Seguimiento de Incendios Forestales (Unasif), a lo que hay que sumar el equipo de especialistas encargados de rastrear los indicios y hallar al culpable. Bomberos de cuatro provincias participaron en el operativo.

El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, confirmó la importancia del devastador incendio al personarse en la mañana de ayer en la zona: entre otras cosas, confirmó que hay dos focos iniciales, que se apagaron este lunes, estabilizando la situación, «lo que quiere decir que se está encima de ellos para terminar de apagarlos y darlo por controlado».

El perímetro de seguridad superó las 1.000 hectáreas acotadas, 900 de ellas sin un deterioro total y 300 que se consideran perdidas para la causa. Las rachas de viento, de hasta 20 kilómetros por hora, y las altas temperaturas, han dificultado la extinción.

De momento, tanto Díaz Trillo como el alcalde de Mijas, Ángel Nozal, consideran que tras el incendio estuvo la mano del hombre: «Hay sospechas de que haya sido intencionado», dijo el consejero, que remitió a la investigación tanto de la Guardia Civil como de los expertos del Infoca. El regidor mijeño fue más beligerante y aseguró tener sospechas de quien pudo originar el desaguisado. «Personas que hayan podido tener un incidente urbanístico últimamente», indicó. «A Bin Laden tardaron 12 años en encontrarle, nosotros encontraremos a quien ha quemado esto aunque tardemos 100 años», precisó. «Nadie se pone a hacer una barbacoa a las 20.30 horas de la noche», añadió.

Imprudencia

Sin embargo, un técnico del Infoca cree que una barbacoa en la zona conocida como Entrerríos pudo precipitar los acontecimientos, aunque para las instituciones, Junta y Consistorio mijeño, el siniestro ha sido intencionado y ven la imprudencia como una mera hipótesis. Había, aseveró el investigador, hasta facturas de comida de un supermercado de La Cala de Mijas.

Ayer se interrumpió la circulación durante un cuarto de hora en la autopista de la Costa del Sol, mientras que las llamas han afectado a catorce casas, calcinando cinco, dos de madera.

Henri Sprietsma, vecino de la urbanización La Mairena, en Ojén, comentó aterrado: «Esto ha sido horrible. Tuvimos que salir de urgencia de casa y dejar todas nuestras cosas dentro». Las Chapas, El Vicario y El Soto, zonas residenciales de lujo (Marbella), también se vieron afectadas.

«Mis dos hijos comenzaron a llorar cuando vino la policía a desalojarnos y por un momento, pensé que las llamas iban a alcanzar mi casa», relató Gerardo Paredes, vecino de la urbanización Los Alcores de Calahonda, Mijas.

Un millar de alumnos, los del alemán Juan Hoffmann y Ecos (Marbella), no pudieron ir a clase por el incendio, ya que el fuego se quedó a 100 metros de las pistas deportivos. mientras que varios caballos privados fueron trasladados al Hipódromo de Mijas los dos últimos días.